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Ámsterdam
Fecha: 02/05/2025, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: SebastianYLN, Fuente: CuentoRelatos
... vez. Fue un beso agresivo, lleno de lujuria. Le bese el cuello y rápido le quite su blusa y el sostén. Me saboree sus senos con unas ganas que hace tiempo no tenía. Ella me apretaba y me mordía el hombro. Yo hice lo mismo con su cuello y pecho sin pensar en las consecuencias que aquello podría tener. Mayte bajo mi pijama y con su mano agarro mi pene. Comenzó a masturbarme esta vez con acceso directo a él. La baje del mueble para que irnos a la cama, pero ella se arrodillo y metió mi pene en su boca. Miré mi reflejo en aquel espejo de baño viendo como estaba Mayte dándome una mamada y no podía creer lo que estaba pasando. La interrumpí pues si seguía de seguro me haría venir allí mismo y quería disfrutarme lo que aquel loco viaje me había regalado. Fuimos a la cama y le termine de quitar la ropa de camino. Ella se acostó boca arriba no sin antes darme varias mamadas adicionales. Yo comencé a lamer sus senos nuevamente, pero esta vez junto a mis dedos frotando su clítoris. No paso mucho tiempo hasta que llegara a su primer orgasmo. Sin dejarle recomponerse comencé nuevamente a jugar con su vulva, pero esta vez introduciendo mis dedos. Una vez conseguí la cadencia ideal con mis dedos, comencé a la misma vez a darle sexo oral frotando mi lengua en forma circular y succionando suavemente su clítoris. Ya para ese momento tuvo que ponerse una almohada en la boca porque sus gemidos retumbaban en el cuarto. Volvió a ...
... llegar al orgasmo, esta vez mucho más intenso. Pude sentir el calor de sus jugos en mi boca mientras cerraba sus muslos indicando que parara. Me acomode a su lado a mirarla sonrisa en boca viendo como su carita toda roja cambiaba de semblantes. Una vez se compuso volvió a agarrar mi miembro erecto y volvió a llevárselo a la boca. Yo que había tenido bastante estimulación esa noche sin aun venirme, sabía que si seguía no duraría mucho. Quería clavarle el miembro así que la agarre por los hombros y la trepe sobre mí. Ella con mirada cómplice se acomodó y sintió en sus adentros mi carne. La agarré por las nalgas y comenzamos el contoneo. Le pedí que lo hiciéramos lento para poder disfrutármela más. Varios minutos pasaron en aquella grandiosa escena cuando aumentamos la intensidad. Le agarré más fuerte y comencé a envestirla con fuerza, ella gimió sin control al compás del sonido del choque de nuestros cuerpos. A esa intensidad no tarde en anunciarle que no aguantaba mas y que me vendría. Ella se desmonto de mi y con su mano me guio hasta la ya inminente venida. Nos miramos y nos dimos un beso tímido. Ella se levantó de la cama y se vistió. Se fue al baño y se quedó allí hasta refrescarse. También se aseguró de que no quedaran evidencias. Mientras pasaba esto no hubo palabras. Una vez se sintió lista se marchó del cuarto. Al otro día todo era normal, como si hubiera sido un sueño. Nunca más se habló del tema.