1. Con la madura despechada


    Fecha: 03/05/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: SuerteO, Fuente: CuentoRelatos

    ... mi semen e incluso el semen que le cayó en la cara lo probó frente a mí haciendo más erótica la escena.
    
    M: ¡Qué lechero eres!
    
    O: ¡Me toca a mi nena!
    
    La acoste y le abrí las piernas y sin dudar me dirigí a su depilada pepa, comencé lamiendo sus entrepiernas y después besaba sus labios vaginales, con mis dedos sobaba y abría lentamente para comenzar a meter mi lengua.
    
    M: ¡¡¡Ah!!! ¡¡que rico!!
    
    O: ¡¡Que rica pucha tienes!!
    
    Mi lengua saboreaba todo ese manjar, con dos dedos estimulaba su rico clítoris que se inflaba como globo, mi lengua entraba y salía saboreando el sabor salado que salía de ella.
    
    Aprete sus muslos con mis brazos y como si fuese una sanguijuela comencé a mamar sin desenfreno, ¡eso la tenía gimiendo muy rico!
    
    M: Que rico, ah, uhm, mi vida, no pares, ¡agh, uhm!
    
    Levante sus piernas y ahora tenía su coño y culo a mi disposición, lentamente lleve mi lengua a su rico ano mientras mis dedos entraban despacio en su húmeda vagina.
    
    Ella me apretaba la cara mientars la dedeaba y me estrenaba en el beso negro, Martha gozaba lo que le hacia con mi boca, la verdad ese dia andaba inspirado.
    
    Me basto con tres dedos dentro de ella y unos lengüetazos fuertes para tenerla en el clímax, ella se retórica y comenzó a venirse, sin dudar probe cada gota de su salada pero deliciosa venida!
    
    M: ¡¡Ah!! ¡¡Que rico, uhm, ah!!
    
    O: ¡¡Sabes a gloria!! ¡¡Uhm!!
    
    Nuevamente estaba duro como fierro, sin pensarlo le abrí las piernas y me metí en medio de ellas ...
    ... dejándo la ir hasta el fondo, nos besamos como loco mientras me empujaba con fuerza dentro de ella.
    
    M: Que rico, uhm, ¡ah!
    
    O: Me encantas, uhm, que rico, ¡¡aprietas riquísimo!!
    
    Levante sus piernas en mis hombros y así se la dejaba ir fuerte, le besaba sus muslos, rodillas y tetas, me dejaba ahogarme en medio de ellas, no me importaba que aún tuvieran mi semen ahí.
    
    Me acosté y ella subió a cabalgarme, se movía riquísimo, yo apretaba sus tetas, mordía sus pezones, le apretaba sus nalgas, me estaba dando ¡una fantástica cogida!
    
    O: ¡¡Martha!! ¡¡Uhm, que rico, agh!!, muevete, así, ¡¡uhm!!
    
    M: ¿Estás gozando?
    
    O: ¡¡Como no!! eres fenomenal, tienes unas tetas riquisimas, unas piernas hermosas, te mueves fantástico, ¡eres la mejor!
    
    Sus ricos sentones me tenían hipnotizado, ella se acercaba para besarme mientras disfrutaba solo de mi puntita y yo me deleitaba con sus duras nalgas.
    
    Se puso en cuatro y sin dudar la tome de la cintura y se lo meti sin prisa, quería disfrutar el paisaje, ella empinada y sus tetas pegando en la cama, poco a poco subí la intensidad de mis embestidas, le apretaba sus tetas y ella se movía generando un placer indescriptible.
    
    M: Así, dame, uhm, que duró, uhm, ¡¡ah!!
    
    O: Que rico, uhm, ah, ¡¡uhm!!
    
    M: Llename de ti, ¡¡dame lechita!!
    
    O: Sacala, ¡¡muévete y saca tu leche nena!!
    
    Ambos nos movíamos en una coreografía espectacular, yo le daba de nalgadas y me movia como loco y ella no se quedaba atrás, lanzamos un quejido enorme ...