El mecánico me lubricó el culo
Fecha: 05/05/2025,
Categorías:
Anal
Autor: Alexandra Love, Fuente: CuentoRelatos
Hace aproximadamente tres semanas comencé a trabajar en las oficinas de una empresa de publicidad, en una zona residencial donde no entran los microbuses, por lo que al salir de trabajar debo caminar algunas cuadras hasta llegar a la parada del microbús en una avenida principal. Después de dos semanas de caminar por el mismo rumbo decidí romper la rutina y tomar otras calles, donde hay algunas casas separadas por terrenos baldíos con yerbas, una tienda en la esquina y más adelante un taller mecánico.
Cuando pasé por el taller vi a un hombre de tez blanca y fornido de unos 45 años, que vestía pantalón de mezclilla, una playera negra y tenis. Estaba recargado en la barda a la entrada del taller fumándose un cigarro y con una lata de cerveza en la mano. Cuando pasé por ahí yo vestía una blusa negra descubierta de los hombros, con un escote amplio que permitía ver entre mis senos, unos jeans blancos muy ajustados que me levantaban tanto el culo, que me apretaba la vagina dejando un huequito en la entrepierna, llevaba unos tacones negros altos de correas.
Continué caminando aproximadamente unos tres metros, dejando atrás el taller mecánico, cuando de pronto escuché que me hablaron vulgarmente.
—¡Ay zorrita! Qué que culo tan rico tienes. —Me dijo el mecánico, con un tono muy morboso.
Me sentí ofendida y puse gesto de desagrado así que no volteé, pero a los cuantos segundos comencé a sentirme cachonda y me reí por dentro. Pues yo estaba en mis días fértiles y tenía ...
... tiempo sin coger.
Esa noche dormí recordando lo cachonda que me sentí cuando el mecánico me dijo esos piropos vulgares. Al amanecer desperté con las hormonas muy agitadas, tenía mi vagina muy lubricada y un deseo irrefrenable de tener sexo. Busqué entre los cajones de mi cuarto hasta que encontré mi enema para limpieza anal y un lubricante íntimo. Me hice los lavados anales hasta quedar completamente limpia, me bañé frotando muy sensualmente todo mi cuerpo, recordando lo que el mecánico me había dicho. Me puse muy cachonda sintiendo el agua caliente cayendo sobre mi piel, me depilé completamente, ya que siempre me gusta tener mi piel muy suave. Acaricié mis senos y estimulé mis pezones durante algunos minutos, hasta dejarlos muy sensibles. Bajé una mano para continuar tocando mi clítoris y me masturbé pensando en ese hombre. El mecánico había despertado en mi un fuerte morbo, quería sentirme cogida por él, ya que tenía meses sin tener sexo, debido a que me divorcié de mi exesposo porque era alcohólico y además infiel.
Sali de bañarme, totalmente excitada, deseosa de que ese mecánico me cogiera, quería vengarme de la infidelidad de mi exesposo, así que me puse una tanguita y brasier negros muy eróticos, me maquillé ligeramente y puse labial rojo, me puse mis arracadas grandes de plata y me planche el cabello. Para vestirme elegí unos jeans que me quedaban demasiado ajustados y tenían un diseño atrevido con algunas rasgaduras al frente para mostrar la piel de las piernas, ...