Confesando una fantasía
Fecha: 05/05/2025,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Senegal21, Fuente: CuentoRelatos
La historia que voy a redactar sucedió hace unos cuatro de meses, sin embargo, las emociones de esta siguen a flor de piel que parece hubiesen sucedido ayer, sobre todo porque sería el inicio de todo.
Mi nombre es Sebastián. Mi esposa Karla tiene 24 años, es una mujer de contextura normal, cabello negro con rizos que llegan hasta un poco antes donde la espalda pierde su nombre, tiene unos buenos senos que como siempre le digo están hechos para la medida de mis manos, destacan sus piernas y su buen culo.
Hace unos años me empezó a gustar esto de las historias swinger y todo lo que en ella involucra, empecé a leer un poco más sobre el tema y quizás de una u otra manera a obsesionarme con lo mismo. Vi algunos videos reales de intercambio de pareja y me agradó mucho y por primera vez me imaginé y quise ver a mi mujer ser tomada por otro hombre, era una mezcla entre lo raro y excitante.
Continué por un buen tiempo leyendo relatos y viendo muchos videos de este tipo, cada vez me excitaba más la idea de ver a mi mujer disfrutando de un pene que no sea el mío, pero ¿cómo se lo diría a ella? De seguro lo tomaría a mal.
Una noche decidimos salir al cine, ella se había puesto una falda pequeña que resaltaba sus muslos y culo, una blusa de botones y un abrigo por encima, debo decir que en realidad me apetecía más quedarme en casa que salir esa noche, sobre todo porque teníamos que pedir un taxi ya que el carro estaba en el taller, pero ya me había comprometido con ella y ...
... unos amigos con quienes quedamos de encontrarnos antes para comer.
Ya de regreso en un taxi sólo los dos, ambos en la parte posterior, empecé a besarla, y tocarla, el trayecto se puede decir era algo extenso, entre 30 a 40 minutos, estaba realmente excitado, así que aprovechando su falda empecé por tocar sus piernas y separarlas, ella me detenía, alcé mucho más su falda a tal punto que se podía ver su interior color amarillo que llevaba esa noche, me excitaba la idea que el taxista pudiera verla, quería que hiciera algún comentario, agarre sus senos por encima de su blusa y quise desabrochar la misma, pero ella me detuvo, dijo que le daba pena, a mí la verdad me emocionaba mucho, estaba muy excitado pero ella dijo no.
Al llegar a la casa hicimos el amor como locos con beso negro incluido que tanto le gusta, aún recuerdo la primera vez que se lo hice, una cara de sorpresa y excitación, a ella jamás le habían hecho algo así, de hecho, ella antes de mí sólo había tenido una experiencia sexual, la cogí semi desvirgada, tanto así que las primeras veces que estuvimos juntos sangró.
Aquella noche en el taxi aumento aún más mis deseos de ver a mi mujer follada por otro, pasaron algunos días y me decidí por intentarlo, o por lo menos que ella supiera esta fantasía que me tenía pensando día y noche.
Esa noche quería hacerla disfrutar. Ella llegó del trabajo, se bañó y vino a comer, había preparado algo suave para esa noche.
Yo: ¿Amor como estuvo el trabajo?
Karla: ...