El bautizo de mi chiquitín
Fecha: 07/05/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: soyAriel, Fuente: CuentoRelatos
Relato anterior "El gimnasio del placer", dejo el enlace al final del relato.
Como les había comentado en el relato anterior, se acercaba el cumpleaños y bautizo de mi chiquitín, un hermoso bebé con los rasgos de la familia de mi esposo, con una piel tan blanca como la leche, herencia mía, pero por lo que mi esposo acostumbraba bromear diciendo que tenía la piel tan blanca porque era medio "gringuito" ya que fue concebido en Las Vegas.
Gracias al Gimnasio y a mi instructor, había recuperado la figura y estaba en mi mejor forma, me sentía sexy y sensual.
Mi esposo escogió como padrinos a uno de sus mejores amigos y su esposa, a lo cual no puse objeción, éste había sido su compañero de trabajo en la misma plataforma que mi esposo, pero por su ascenso ahora estaban en diferente instalación y las fechas de subida y bajada habían cambiado, pero se seleccionó una fecha en la cual ambos estaban en etapa de descanso.
El Padrino se llama Hugo y es un hombre de alrededor de 35 años, un poco mayor que mi esposo, moreno, alto y atlético, con un corte de pelo militar, no diría que es guapo, pero tampoco feo, su piel muy bronceada por el sol, músculos marcados por el trabajo, fibroso, no de gym, y con un tatuaje en uno de sus brazos, una espalda ancha, de frente amplia, cejas pobladas y ojos pequeños, muy masculino y viril, la madrina su esposa se llama Elena y es una mujer un poco regordeta, pasada de peso, pero muy parlanchina y simpática, de tez morena clara y cara redonda, ...
... pelo negro y corto.
Aunque ya lo conocía por algunas ocasiones que mi esposo lo había traído a casa con otros amigos, no le había puesto mayor atención, pero desde las pláticas preliminares al bautizo noté que se me quedaba mirando demasiado, como analizándome y comiéndome con la vista, algo que me turbó y me excitó al mismo tiempo, pero logré disimularlo muy bien.
Llegó el día del bautizo, el cual se llevaría un domingo a las 12 horas, después del bautizo realizaríamos un pequeño convivio en el patio de la casa, llegaron todos mis cuñados con sus esposas de Tampico, así como mis suegros, pero no se hospedaron con nosotros, prefirieron rentar una casa grande por medio de Airbnb.
Nos bañamos temprano, ambos nos estábamos arreglando en la recámara, me puse una tanga de hilo dental de color blanco con encajes, en lugar de pantaletas para que no se marcara mi vestido, medias de color natural, había dejado de usar tacones de aguja para evitar algún accidente al ser madre y llevar cargado a mi bebé, pero para esta ocasión había comprado zapatos de tacón alto, pero grueso, que me hacían sentir segura al caminar con mi bebé, siento que el tacón alto me ayuda a parar más las nalgas y se noten más firmes y redondas, estaba por ponerme el vestido cuando mi esposo me hace un piropo:
- Estás buenísima, amor, no me canso de ver el rico culito que tienes, ya me la pusiste tiesa- al tiempo que me da un beso en la nuca y con su mano acaricia mi entrepierna y roza mi clítoris, una ...