1. Lechita en el transporte público


    Fecha: 07/05/2025, Categorías: Confesiones Autor: Amadeus, Fuente: CuentoRelatos

    Hola. Por obvias razones cambiaré los nombres de los participantes en mis relatos. Para estas historias me presento como Alejandro y a mi pareja como Paula.
    
    Y esta es la historia de cómo un día mi novia me hizo venirme en su boca en el transporte público.
    
    Aquel día ambos nos dirigíamos a la universidad. Cabe recalcar que mi pareja y yo, cuando comenzamos nuestros primeros acercamientos sexuales eran limitados por nuestra vaga experiencia, pero con el paso del tiempo subimos la intensidad y el atrevimiento.
    
    Mi novia es chaparrita, cabello lacio, un cuerpo con unas curvas preciosas en las cuales era fácil perderse; unas tetas grandes con unos ricos pezones que al ponerse duros anunciaba su calentura, unas nalgas redonditas y muy antojables. Sin más que agregar, una mujer sexy con una facilidad de excitar a cualquiera.
    
    Entonces, como siempre acostumbro, cada vez que tenía la oportunidad le apretaba sus ricas nalgas. Y en ese momento, con más seguridad ya que no había mucha gente por la hora.
    
    Al subir al camión no podía evitar ver ese culo hermoso e imaginarme cómo sería tenerlo sobre mi cara. Una delicia, con seguridad.
    
    Después de pagar nos dimos cuenta que el camión contaba con 2 pasajeros en la zona de enfrente, ambos de la fila de atrás el chófer. Inmediatamente, sin dudar le indiqué que fuera hasta la última fila y que se sentara justo donde los asientos podrían cubrirnos de cualquier vista ajena.
    
    Los asientos eran altos, por lo cual lo único que ...
    ... podía asomarse eran nuestras cabezas. Una ventaja que más tarde agradecimos.
    
    Al sentarnos comenzamos a platicar de cosas como la familia, amigos, etc. Pero claro, como siempre, yo empecé con insinuaciones cachondas esperando la reacción positiva de Paula. A pesar de haber avanzado en nuestra vida sexual, debo admitir que ella sigue siendo tímida, pero cuando se trata de mi perversión, casi siempre consigo que haga cosas prohibidas y poco éticas.
    
    Comencé a lanzarle unas miradas insinuando que tenía unas tetas hermosas y esto como consecuencia provocó que sus pezones se marcaran a través de su blusa. Esto inmediatamente hizo que comenzara a crecer un bulto en mi pantalón. Enseguida me lancé a sus labios dando besos agitados con un cruce de nuestras lenguas. Poco a poco subía mi mano hasta llegar a sus pechos, y sin pensarlo mucho tiempo, sacaba sus tetas al aire, expuestas a qué cualquiera pudiera verlas. Bajé mis labios hacia ella y dando unos besitos rolados con lamidas, pude notar como la excitación de ambos nos consumía hasta desear cogernos en ese momento.
    
    Mientras mis labios tenían poder sobre sus pechos, mi mano, sin perder el tiempo, ya había desabrochado su pantalón asomándose una hermosa braga de encaje azul con transparencia en el trasero. Inmediatamente comencé metiendo mis dedos y acariciando sus labios suavemente anunciando mi acercamiento a su clítoris. Ella comenzó a gemir y a respirar más agitada, y todo esto mientras el camión seguía esperando por más ...
«12»