Ilustraciones
Fecha: 09/05/2025,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Havelass, Fuente: CuentoRelatos
Siempre presente, ella se asoma a menudo este día a la ventana para fumar un cigarrillo. Ella es delgada, joven, yo diría que de mi misma edad: veintisiete; tiene el cabello castaño, largo y liso; su rostro es bello: fino y bien proporcionado. La ventana es la de una oficina, en la que, es de suponer, ella trabaja. La oficina está en una entreplanta, aislada del resto de plantas por una cornisa perpendicularmente ancha, aislada también de la calle por las marquesinas y los toldos de los comercios de los bajos del edificio. Diríase que la contemplación de ese despacho, de esa oficinista está reservada para mí, ya que yo vivo enfrente, en un edificio antiguo y ruinoso, resto de una manzana antigua y ruinosa, tan ruinosa que todos los edificios de esta menos el mío han sido derruidos, y donde el único habitante soy yo. Mi vivienda la heredé, la adecenté en buena medida. Aquí vivo; y trabajo, viviendo del cuento, óiganme, soy ilustrador.
Ahí está asomada, blandiendo su cigarrillo, sujetándolo entre sus dedos, índice y corazón. Ella, de vez en cuando, ve que la miro. Ahora me ve. Levanto las dos manos y hago un corazón con los dos pulgares unidos, ella se ríe. Continúa fumando. Ahora apaga el cigarrillo sobre, supongo, un cenicero que habrá en el alféizar de la ventana; se está desabotonando la blusa y veo su carne; se abre del todo la blusa; se quita el sujetador; y le veo las tetas, jóvenes, imponentes, elevadas, areola y pezones sonrosados. Me hace un gesto con una mano: la ...
... cierra casi en un puño y la sube y la baja con rapidez. Sin dudarlo ni un segundo, me saco la polla del pantalón y me empiezo a masturbar; ella sonríe y asiente; y se mueve, se contonea, hace bailar a su cintura en círculos a la misma vez que se masajea las tetas. Y me corro.
Luego ha venido a verme Laura.
Laura, mujer madura, luce una media melena teñida de blanco; es alta, corpulenta, aunque no está ni gorda ni flaca: su barriga es plana, sus caderas anchas y tiene las tetas grandes, frondosas, así como su culo. Tiene la mirada de una niña traviesa.
Laura y yo formamos un gran equipo. Ella prepara los guiones que yo ilustro. Debo dejar los bocadillos vacíos que ella me dice para incluir sus textos, teniendo siempre en cuenta la longitud de sus textos: Laura me va guiando. Por descontado, Laura y yo follamos, ¡faltaría más!: para eso también somos equipo. Esta tarde Laura anda distraída: ha visto de soslayo a la oficinista de enfrente y no deja de observar cómo trabaja frente al ordenador. Me dice: "Oye, esa muchacha de ahí enfrente, ¿la conoces?"; "No, para nada"; "Yo sí"; "Ah, bueno, ¿y quién es?"; "Fue"; "¿Quién fue?"; "Fue miss"; "¡Miss!; "Sí, ya sabes, concursos de belleza y todo eso..., cuando era más joven fue Miss Málaga"; "Ah, Miss Málaga, Miss Málaga, qué interesante, Laura, ¿follamos?"; "Sí".
Nos desnudamos en el dormitorio. Me acuesto. Laura se sienta sobre el colchón junto a mí, inclina el torso sobre mi regazo y me chupa la polla. "Oh, Laura, jamás ...