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Los cinco sentidos (final)
Fecha: 09/05/2025, Categorías: Infidelidad Autor: dulceymorboso, Fuente: CuentoRelatos
... hacía mucho. Aquella humedad eran como lagrimas de felicidad que aquel sexo derramaba por sentir de nuevo la mano de Braulio sobre él. Sintió como aquella mano movía la suya pidiéndole en silencio que la acariciara y la acarició despacio. Y cuando Tania supo que él había entendido lo que necesitaba en ese momento retiró su mano y gimió de placer al ser masturbada de nuevo por su vecino. Braulio acarició con detenimiento cada pliegue de aquel coño. Estaba totalmente mojado, caliente, suave, inflamado. Cada poco rato sentía como su joven vecina se retorcía de placer y en su mano notaba aquellos chorros que tanto le excitaban. La tela del pantalón estaba empapada como cuando alguien se orina encima. Tania apoyaba su mejilla sobre su erección y se puso nervioso cuando sintió que comenzaba a darle besos sobre su pantalón. Deseó liberar su polla de la presión pero no quería estropear ese momento y que fuera ella la que decidiera lo que quería. Se estremeció de placer cuando sintió las manos de ella bajándole el pantalón y sentir su sexo rozar la suave cara de Tania. Comenzó a masturbarlo como solo ella sabía hacerlo. Movía su mano primero despacio, luego lento, de nuevo mas rápido y él gemía desesperado. Braulio observaba la cara de ella mientras lo hacía. Le excitaba como esa joven miraba su polla. Era deseo? Devoción? Admiración? Un nuevo orgasmo estaba alcanzando su coño y sintió como al momento de correrse acercaba su boca y se metía la polla en ella. Le estaba haciendo ...
... una mamada de nuevo. Lo que creía que nunca mas iba a pasar estaba sucediendo en esos instantes -No me avise cuando se vaya a correr por favor -y de nuevo comenzó a chupársela con verdadera devoción. Lo que le estaba haciendo con sus labios y lengua era un placer increíble pero escuchar esas palabras lo pusieron al límite del orgasmo y sintió que se iba a correr. Y lo iba a hacer en su boca porque ella le había dado permiso. Y no solo le había dado permiso, con aquellas palabras ella le había insinuado claramente que deseaba que se corriera en su boca, y que lo hiciera sin avisarla, de sorpresa. Y pensar eso lo excitó muchísimo y se comenzó a correr. Tania gimió al sentir en su boca los chorros de semen y se corrió de nuevo sobre la mano de él. Habían eyaculado juntos de nuevo después de meses en los que los dos se habían recordado a menudo. Al terminar se miraron, la culpabilidad se reflejaba en sus rostros por no haber podido evitar el deseo de volverse a acariciar. La niña había despertado y Estela la tenía en brazos. Llevaban un par de horas allí y los cuatro sabían que enseguida tendrían que despedirse. -Nos vemos el domingo en el bautizo -Tania se sentía nerviosa por la celebración y porque todo saliera bien -Acuérdate de traerme la chaqueta por favor. -Tranquila chochete que no me olvido. -Estela! -que la llamara así delante de Rodrigo y Andrés la hizo sonrojar -No me llames así!! -Pero si la niña es muy pequeña y ni sabe lo que significa! -Pero ...