Por el momento
Fecha: 03/11/2018,
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Autor: dont343, Fuente: CuentoRelatos
Al volver, a mi antiguo barrio, me encontré completamente solo; sin embargo, eso no me afectó lo más mínimo, y lo único que sentía, a todas horas, eran ganas de follar.
El nuevo piso estaba recién arreglado y resultaba muy confortable, pero claro, después de instalarme, tenía demasiado tiempo libre. Quizá fuera eso.
Poco a poco me animé y di alguna vuelta por los garitos mas concurridos del barrio, a ver si me encontraba con alguien conocido. Pero, no conocía a nadie.
Después de treinta y tantos años de no venir por aquí, era lo mas normal; además, quizás no supe reconocer a nadie, o, simplemente, los que ya estamos cerca de los sesenta no vamos por esos sitios.
De alguna manera acepte mi soledad y empecé a moverme según marcaban mis necesidades.
Pero, hace dos semanas, cuando volvía de hacer algunas compras, saliendo del metro, lo vi. No había duda, seguía prácticamente igual; tanto solo había ganado en corpulencia, pero seguía tan guapo como antes y con un cuerpazo soberbio.
Tuve que acelerar el paso, o se me escapaba. Inicié una pequeña carrera hacia él, hasta que me puse a la par, y le pedí fuego.
- ¡Coño, Jose! ¿que pasa?… ¡joder!... ¡desde que no nos vemos! ¿donde te metes?
- ¡Toño!, no sabes la ilusión que me hace encontrarte en el barrio. Parece que se ha ido todo el mundo.
- ¡La verdad es que sí!. Aunque, yo, desde que me casé no me muevo mucho por aquí.
- ¿Te casaste?
- ¡Si!... con aquella colombiana que conocimos en el concierto ...
... de Weather Report. ¿te acuerdas?...
…bueno, empezamos a contarnos cosas mientras avanzábamos por la calle; era lo mas normal, y yo también tuve que hablarle de mi...
Como mi casa está muy cerca del metro le invité a subir para tomar algo y continuar con la charla; no, sin antes preguntarle, si tenía tiempo. Tuve suerte, porque justo ese día, empezaban sus vacaciones.
Subió conmigo a casa y empezamos a beber cerveza.
Desde que me lo presentaron, ya hace bastante tiempo, ese tío me ponía muy burro y ahora sentía unas ganas locas de hincarle el diente, estaba mucho más bueno que antes.
Siempre fue muy tímido y, aunque es muy liberal, le gusta guardar las apariencias.
Empecé a mirarle como lo hacía antes; y se sonreía mirándome a los ojos fijamente
- ¿Todavía me deseas?
- No sé. Creo que más aún; y me acerqué a él un poco mas. Me encantas, tío. Que pena que estés casado.
Se levantó y empezó a dar pequeños pasos; como si se hubiera puesto nervioso.
Pensé que había metido la pata .
-Bueno, ya sabes que soy muy vergonzoso. Pero, tu y yo somos viejos amigos, y yo siempre te he dejado que lo pases bien conmigo. No veo porqué eso tiene que cambiar... ¡aunque ahora tengo más experiencia! ¡eh!
Y se echó a reir.
Entonces le eché mano y le toqué el rabo.
- Me gustas mas cuando te pones esos pantalones de lino que tanto te gusta usar en verano.
Siempre me había gustado tocarle el culo y entre las piernas por encima de los pantalones. Sentir que ...