1. Le ayudé a mi jefe a vengarse de su esposa infiel


    Fecha: 11/05/2025, Categorías: Infidelidad Autor: MariahMendoza, Fuente: CuentoRelatos

    ... era tan delicioso. Solo podía sentir como chorros y chorros espesos salían de mi vagina, mientras su lengua se movía dentro de mi.
    
    Empecé a tomar su cabeza y hundirla más y más, diciéndole en donde exactamente me estaba volviendo loca. Hasta que llegué a ese punto en el que no pude más y solté un orgasmo lleno de placer y gemidos.
    
    La mesa chorreaba, yo estaba sudada y mis piernas no podían dejar de temblar. Literalmente mi vista se había nublado y cuando pude respirar correctamente, solo vi como se ponía un condón y me jalaba para bajarme, poniéndome ahora con el pecho sobre la mesa.
    
    -Lo planeaste todo, verdad?- Le dije mientras seguía respirando agitada.
    
    -Eso importa?- Dijo riendo un poco y tomando mi cuello mientras besaba mi espalda.
    
    Ni siquiera pude responder cuando sentí como tomó mi cabello, como si tuviera una coleta y lo jaló hacia abajo, soltando yo un gemido de dolor y excitación.
    
    -Lo único que me importa en este momento es por fin poderte meter la verga y convertirte en mi zorra personal.- De nuevo no me dejó ni responder porque inmediatamente sentí como se metió en mi.
    
    La sensación es indescriptible, podía sentir como palpitaba y se deslizaba en toda esa humedad que no dejaba de salir de mi.
    
    Por primera vez escuché como gemía y a cada gemido mío el respondía jalando más mi cabello, nalgueándome y en ocasiones poniendo su mano en mi cuello, no tan fuerte, pero si lo suficiente para yo sintiera más y más placer.
    
    -¿Eres mía?- Me ...
    ... preguntaba - ¿Eres mi puta ahora?
    
    -Si- respondía yo con la voz entre cortada.
    
    -Quiero que me veas a los ojos y me lo digas-. Dijo, sacándola de golpe y volviendo a subirme a la mesa dejándome completamente abierta de piernas. -¿Vas a dejar que te coja cada que yo quiera, verdad?-. Decía con su verga en la mano poniéndola en la entrada de mi vagina y empezando a meterla otra vez.
    
    -Serás mía!- Alzó la voz mientras me jalaba del cabello y la dejaba ir hasta el fondo de mi.
    
    Yo no paraba de asentir y gritar que si a cada pregunta que me hacía, pues por alguna razón entre más rudo se ponía, más me excitaba. Era tanto lo que sentía que en ese momento empecé a tocarme y terminé en un orgasmo que me hizo perder el control de mi cuerpo, chorreando más y más.
    
    Casi al mismo tiempo el dio un suspiro muy largo, gimiendo y me di cuenta que también había terminado.
    
    Tardamos unos minutos en recuperarnos y cuando nos dimos cuenta, eran casi las 11 de la noche. Llevábamos casi 2 horas haciéndolo.
    
    Me bajé de la mesa con un poco de vergüenza, tome mi ropa y me cambié lo más rápido que pude. Si hubo un silencio incómodo, que el rompió dándome un beso diciéndome: ''Dijiste que si''.
    
    Ese día llegué tarde a mi casa, adolorida y cansada. Por suerte al día siguiente fue de descanso.
    
    El pago de las horas extras fue sorprendentemente bueno. Ha pasado algo de tiempo y el trabajo es más divertido que nunca, de repente nos metemos al baño y lo hacemos rápido.
    
    Me encanta hacer el ...