La extorsión: Le salió el tiro por la culata
Fecha: 12/05/2025,
Categorías:
Confesiones
Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
... dio una mamada que al principio tuvo sus altas y bajas, pero luego se convirtió en una más constante y excitante, tanto que parecía que también Kate la disfrutaba. Ella vestía unos jeans muy bien ajustados a su atlético cuerpo, que ella misma se los tuvo que bajar, pues era difícil maniobrar en mi reducido coche deportivo. Llevaba un bikini azul, el cual a pesar de que esta actividad sexual era forzada, ella parecía haber mojado sus bragas. Y mientras ella me mamaba la verga, yo le metía dos de mis dedos en su conchita y masajeaba su clítoris que estaba inflamado de la excitación. La verdad que pensé que no se excitaría y que todo aquello podría tomarlo ella como una mala experiencia. Mamando mi verga se corrió, pues le chaqueteé su clítoris sin cesar y había llegado a su orgasmo. Ella no dejó de mamar.
Tenía mi verga y mis huevos bien ensalivados e incluso su saliva había llegado hasta mi ano y que me hizo sentir algo incómodo y entonces le pedí que se parara frente a la caperuza de mi Shelby, le subí una pierna apoyándola en el parachoques y comencé a follarle su conchita. Ella no decía mucho y solo se limitaba a jadear. Le pasé dando alrededor de unos diez minutos en esa posición y luego con mi verga en su conchita hice una pausa y de esa manera concentrarme a chaquetear su clítoris de nuevo. No estaba tan lejos de llegar a su segundo orgasmo y solo gemía prudentemente como para evitar que alguien la escuchara. Le pompeé su conchita hasta que le pasó su orgasmo y luego ...
... se la saqué dispuesto a sodomizarla.
Kate sabía lo que le iba a ocurrir y sin saber que tanta experiencia tenía en el sexo anal, sin muchas consideraciones se la fui hundiendo, pues mi verga estaba tan lubricada y su esfínter puso poca resistencia y le deslicé la verga hasta que mi pubis chocó en sus nalgas. Solo dijo una expresión, pero sin oponerse a la invasión: ¡Cabrón… sí que me dolió! - No le di tiempo para pensar y la he remetido a un vaivén que solo escuchaba el golpeteo contra sus nalgas y como mi verga le hacía ese chasquido al entrar y salir. Ese culo se lo dejé abierto a no más dar, pues no tuve compasión de cómo se lo taladraba. Ya para correrme, se la saqué y me la chaqueteé yo mismo y le apunté a ese culo abierto y la gran mayoría de mi corrida se fue adentro de ese canal, el cual me di cuenta tenía un sangrado. Ella se limpió con sus calcetines, pues no teníamos otra cosa y yo me fui embarrado con olor a su concha y culo. La fui a dejar de nuevo al restaurante, esperando no volver a escuchar de ella.
A los dos meses me envía un texto de que se encontraba embarazada y que debería ser mío, pues por ese tiempo solo había tenido sexo conmigo. No le di mucha importancia y solo le dije que haríamos una prueba de paternidad. La siguiente vez que se comunicó conmigo, me decía que había tenido un aborto espontaneo.
Kate ha sido esa única chica incómoda o inconveniente. Quiso aprovecharse de una situación, pero el tiro le salió por la culata. La verdad que el ...