1. Adela a sus 18 años: Quiero sentir su verga (última parte)


    Fecha: 12/05/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    Dos días después de esa culeada que le había dado a Adela me llamó para concertar otra cogida. Me habló que le dolían las tetas de tanto que se las mamé en esa ocasión y, esa tarde que volvimos a coger fue lo único que evitamos. Lo demás, todo fue una acción más relajada y con más confianza y fue donde descubrí que a esta linda chica le gusta ese sexo rudo y de embates fuertes y constantes. Me decía que le dolía en un principio, pero que le encantaba ese dolor, especialmente cuando le abría ese culito.
    
    Esa misma noche Adela se daba cuenta que mi regreso a mi casa en USA, estaba a la vuelta de la esquina. Me pregunté que, si podíamos coger esa noche antes del domingo, pues mi vuelo era por la mañana y también me hizo una petición y era algo relacionado con una fantasía sexual que se le había ocurrido. Me pidió que pasara a recoger unos juguetes sexuales a una tienda, cosa que ella siempre quiso adquirir desde antes, pero que le daba pena entrar a una tienda de esas por el miedo a ser pillada al entrar o salir de ella. Fui a recogerlos y se había ordenado dos vibradores, uno más grande que el otro. Para mi sorpresa ya estaban pagados y yo lo compré dos juguetes mas: un succionador de clítoris que a la vez es vibrador y otro vibrador pequeño que parecía ser un pintalabios, o era un pintalabios que fácilmente podía llevar en su cartera sin ser notado como un juguete sexual.
    
    Adela según me cuenta, es una adicta a masturbarse por lo menos una vez al día, raro es cuando ella ...
    ... no se masturba, pero sentir la invasión de una verga y que le saque orgasmo tras orgasmo obviamente está como hechizada y quería repetirlo una y otra vez. Y a eso de los 18 años, tener una relación sexual tan intensa que la haya llevado a experimentar el sexo oral, vaginal y anal en un mismo día y haber sentidos orgasmos de diferentes maneras, pues esta chica estaba poseída al sexo. La segunda vez que cogimos fue una especie de practicar algunas posiciones, cosas que ella quería vivir y ver si le atraían. Esa vez me montó a la inversa y por alguna razón encontró que le gustaba que le hiciera el anal en una posición del misionero, pero en vez de metérselo por la panochita, se le iba por ese culito. Así vivió un buen orgasmo y luego lo intentamos en la orilla de la cama, con sus piernas elevadas y apoyadas por mi cuerpo y mi verga entrando y saliendo de su culito mientras ella o yo le masturba el clítoris. Este sábado por la noche, Adela quería experimentar tener un vibrador en su panocha y mi verga en su culo o viceversa.
    
    Esa noche llegó a las 7 de la noche, con una minifalda color café y una blusa como color naranja antiguo, siempre usando sus tenis blancos. Tan pronto entró y comenzó a sacarme la verga para mamarla y créanme que, desde esa primera vez a esta tercera ocasión, su técnica había progresado. Me tomaba del tronco como masturbándome y me apretaba el glande con su pequeña boca. Créanme que no me corría pues por coger tan seguido con ella, pues no tenía esa presión ...
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