La visita conyugal de Sofía Marian (Parte 1)
Fecha: 12/05/2025,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Alien_system, Fuente: CuentoRelatos
... verga.
Ella frotaba mi falo delicadamente mientras yo acariciaba su panocha ya húmeda por sus fluidos y un poco de ayuda del lubricante. Me dediqué a besar sus tetas blancas y de buen tamaño, me encantaba saborear sus pechos blancos y al parecer a ella no le molestaba que yo mamara sus bubis, pasaba mi lengua alrededor de sus pezones color rosa. La acción estimulante del lubricante aunado con las caricias y besos hicieron que ya no guardáramos más nuestros deseos reprimidos por la presencia de Kike, me coloque arriba de ella, su posición más natural y casi la única que conocida por ella (hasta que nos conocimos), la típica posición del misionero.
Me abrí camino entre sus piernas hasta que mi verga tuvo libre acceso a aquella vulva estrecha, con las ganas acumuladas de varias semanas sin vernos, controle mi ímpetu para ir entrando poco a poco por su coñito del placer, ella solo suspiraba y se quejaba levemente al sentir el invasor deseado entrar en su delicada gruta mientras la miraba directo a esos bellos ojos verdes como queriendo poder leer su mente de todo lo que no sabía de ella. La sensación ardiente del lubricante nos proporcionó un placer extra.
En esa típica posición casi llegamos al placer máximo, pero antes de terminar la tuve que convencer para probar una nueva posición para ella, la puse en posición de perrito, primero con todo y sabanas, pero era incomodo mantener las sabanas sobre mi mientras la tomaba de las caderas, terminaron resbalando de mi torso ...
... para quedar totalmente libres y ella empinada dándome la espalda, con esa hermosa vista de ver su blanco cuerpo contrastando con mi piel morena, la vista agradable de ver ese culito empinado para mi y mi erecto falo de color obscuro entrar entre su cadera blanca como la leche, la tuve así por unos cuantos minutos bombeando en sus interior, mientras ella mordía la almohada que tenía en su cara y se agarraba fuertemente del colchón y las sabanas, oprimiendo fuertemente sus manos al sentir mis embates en su interior. Sus gemidos silenciados como siempre.
Agotada y apenada por esa nueva posición, se dejó caer totalmente sobre la cama boca abajo con la almohada bajo su cadera para poder levantar un poco sus glúteos mientras yo continuaba con mis embates, ella tímidamente movía sus caderas al sentir mi verga en su interior, algo que ella no estaba acostumbrada a hacer, pero eso me indicaba que poco a poco ella iba abriendo su mente en nuestros encuentros sexuales.
Con esa imagen de ella en posición sumisa podía ver su cabellera rubia agitándose al compás de su cabeza que volteaba de un lado a otro para poder morder diferentes puntos de la almohada o la sabana, y ver su delicado y blanco cuerpo con sus nalgas de piel tersa y blanca chocar contra mi pelvis, fue de lo más erótico que había soñado alguna vez vivir con ella.
Mis ganas contenidas se vinieron en un torrente de leche, yo bufaba tomando sus blancas nalgas y ya rojas de tenerla sujetada de ella para no desacoplarse, ...