Daniela, la conservadora, y su amante lesbiana
Fecha: 15/05/2025,
Categorías:
Lesbianas
Autor: DanielaUrban28, Fuente: CuentoRelatos
... la izquierda, y más adelante dejó caer la bufanda a la mesita del escritorio. Ambas mujeres se miraban constantemente y al final, Daniela estalló.
El ambiente se tornó tenso cuando ambas mujeres discutieron sobre las ideas en conflicto, y al final, mirando que no se llegaba a acuerdo alguno, la joven docente despidió a los padres y le suplicó a su interlocutora que dialogaran en privado cuando todos se hayan ido. Con el rostro rojo por el enojo, Danny esperó en silencio en la silla.
Cuando ya no quedaba alma alguna sino solo las dos en el aula vieja, Erica, la docente, tomó la iniciativa y reanudó el diálogo. A pesar de una mayor tranquilidad en las voces de ambas, la tensión era perceptible todavía, y sin llegar a nada, Daniela se fue.
Esa noche no hubo sexo con su esposo, solo quejas, y casi ni conciliar el sueño pudo, solo repasaba en su cabeza la discusión de horas antes. En los siguientes días, todo empeoró, no solo recordaba el pleito sino el rostro de esa mujer feminista a quien detestaba. Una mañana, no aguantó, buscó en el directorio el número del teléfono, y llamó a la escuela, pidiendo el contacto privado de la docente.
Mensajearon. Erica le propuso que para entender mejor sus ideas, se reunieran juntas luego de clases para que tuviesen un pequeño seminario dictado por ella, para que de esa forma, se limaran asperezas. Daniela accedió. Cosa extraña, se puso un vestido como el otro, pero un tanto más holgado y algo más corto abajo, de color rojo, y así, ...
... se fue, cumplió con la cita.
Se reunieron, pues, y hablaron, y mientras Daniela, escribía en una agenda (se preguntaba internamente qué estaba haciendo, por qué había accedido), Erica, de improviso, destacó la forma en que su alumna estaba vestida, nada más que un cumplido, aparentemente. Luego de ese día, Daniela escribió de nuevo a la docente, y le dijo que deseaba otras clases más porque no entendía ciertas ideas; la otra chica, aceptó: a la misma hora y en el mismo lugar. Era jueves, tenía que salir con Francisco pero sin dar más explicaciones canceló. Está vez fue vestida de la misma manera, aunque con un vestido de color azul. Erica entonces redobló la apuesta, puso toda la carne en el asador y le dijo que tenía unos lindos muslos, y que además, una figura envidiable.
Pasaron así los días, ambas mujeres se hicieron entonces más íntimas, y las clases, se redoblaron, tocando estos y otros temas una y otra vez, repitiéndolos muchas veces. Fue entonces un domingo qué, estando Daniela ansiosa de que llegase la última clase, escribió a Erica que se viesen esa tarde. La chica del cabello azulado le dio la dirección entonces de su departamento. Así, y entonces, Daniela estaba más consciente de lo que buscaba, y una extraña emoción en el pecho la invadía. Se puso el vestido rojo de la primera vez, pero esta vez, uso debajo una tanga muy delgada. Se puso un largo gabán encima y sin explicarlo mucho se fue.
Se encontraron nuevamente. Esa tarde llovían susurros y miradas ...