1. Invitando a mi sobrino virgen a pecar


    Fecha: 16/05/2025, Categorías: Incesto Autor: dradelsexo, Fuente: CuentoRelatos

    El periodo de clases había terminado. El verano comenzaba con una oleada de calor abrumante y húmedo al por mayor. Tenía que tomar varias duchas para tratar de refrescar mi piel, que con el poco estimulo de esa brava temperatura, comenzaba a sudar. Mis voluptuosos senos eran foco de atención para muchos hombres, mayores y de los jóvenes también, podría decirse. Con ese calor no me apetecía llevar ropa interior por lo que muchas veces en el transporte público me llevaba las miradas lujuriosas de muchos, incluso alguno que otro, mano larga, rozaba su mano sobre mi trasero o mis senos tratando de hacerlo de manera “accidental”.
    
    Mi sobrino Jesús había estado conmigo toda la época de cursos de clases porque le tocaba estudiar su primer semestre de universidad en mi ciudad y estando lejos de sus papis decidí que era mejor opción que se quedara conmigo a que pagara alguna habitación y no fueran a encargarse correctamente de él. Pasamos mucho tiempo juntos mientras estuvo aquí y eso me alegraba mucho, me gustaba que siempre buscaba ayudarme en todo lo que podía y era muy dulce conmigo. Era totalmente diferente a mis hijos. Ellos se encontraban pasando una temporada con su padre en ese momento del cual yo ya me encontraba divorciada. Mi sobrino físicamente siempre fue un muchacho alto, pero tenía algo especial, le encantaba comer y más mi comida, por lo que había subido mucho de peso y eso lo hacia inseguro consigo mismo. No veía bien, por lo que debía usar lentes y no era nada ...
    ... atlético. Pero siempre fue muy dulce. Él siempre ha sido un muchacho muy tímido. Y al parecer le costaba tener una relación con alguna chica. Principalmente porque las enseñanzas que le daban sus padres solo le hacían enfocarse en nada mas que sus estudios. Eran demasiado estrictos con él. Pero viviendo conmigo fue soltándose un poco, ya no era tan rígido.
    
    Mi historia con mi sobrino comenzó un día que aún estaba en el periodo de su semestre. Había terminado mis deberes de hogar y estaba empapada en sudor, me recorría todo el cuerpo cada gota humedeciendo mi piel era algo erótico porque me recordaba varias situaciones en las que había estado así de húmeda, pero también me sentía algo incomoda por lo que decidí tomar una buena ducha. Quizás así podría calmar un poco el dolor en mis músculos por aquel arduo trabajo.
    
    Al sentir el agua caer por mi pecho con su calidez, sentí una fuente instantánea de relajación. MI cuerpo se liberaba de todo aquel peso y estrés y solo disfrutaba la suave brisa cálida cayendo sobre él. Comencé a enjabonar mi piel suavemente con una esponja delicada, el aroma a sándalo arribo hasta el mas profundo de mis sentidos. El roce de mis manos en mi cuerpo y el calor que sentía se fueron incrementando, al tocar la espuma de manera suave mis aureolas hacían reaccionar con un efecto en cadena hacia mis pezones, que se encontraban rígidos repentinamente. Mi cuerpo gozaba cada momento y yo no quería que esa ducha terminara nunca.
    
    En la calle había empezado ...
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