Invitando a mi sobrino virgen a pecar
Fecha: 16/05/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: dradelsexo, Fuente: CuentoRelatos
... a llover, quizás por tanta humedad. Me había dado cuenta por algunas gotas que estaban golpeando la ventana de mi baño que daba a la parte trasera de la casa. El sonido del agua me relajo profundamente. Como música para meditar en mis oídos. No me percate en que momento fue, pero mis manos como si tuvieran mente propia se habían dirigido a lo parte más baja de mi vientre. Querían darme atención, y yo se los permitía, una atención que necesitaba con urgencia, ya que llevaba varios meses sin ser tocada o acariciada por algún hombre deseoso de mi cuerpo. Mis dedos se deslizaron suavemente con ayuda de la espuma y se introdujeron de manera férrea en mi vagina. Llegaron solos hacia mi punto g, conocían desde hace mucho tiempo el camino de ida y regreso y solo fueron directo y sin escalas a ese placentero lugar, paradisiaco en muchas maneras. Mi vagina se humedecía para no desentonar con aquel ambiente en la ducha. El agua caliente seguía cayendo sobre mi y el vapor me hacia sudar un poco. Encontré un desodorante alargado con una punta ovalada que serviría perfecto para saciar el hambre que tenia de ser penetrada y lo use en mí. Lentamente fue introduciéndose en mi vagina y ella le daba la bienvenida llenándolo de mis fluidos lubricantes. La sensación era abrumadora y pronto quise más y más, pero necesitaba fantasear con alguien, necesitaba el tener una imagen en mi mente de placer. En ese momento me vino a la mente mi sobrino. Seguro era virgen y me encantaba fantasear con ...
... chicos así, que yo les enseñara a conocer una mujer y sus placeres. En esos momentos me decía: “seguro que tiene una verga rica y gordita, así como el”. Siempre había tenido la curiosidad de espiarlo y poder saber como era su cuerpo desnudo, quizás me llevaría una agradable sorpresa me imaginaba. De mis labios se escaba su nombre una y otra vez de manera casi silente, pero, conforme la excitación iba en aumento, mis gemidos se hacían mas sonoros y su nombre sonaba como trompetas de mi boca. Unas trompetas que anunciaban el mas placentero de los orgasmos. Mi mano se movía a toda velocidad mientras que la otra sostenía mis senos para chuparlo con fuerza. Mis dientes mordían con intensidad mi pezón como los de un sabueso con su presa. Y mi éxtasis estaba a punto de desbordarse como una presa rebosante de agua. Estaba a punto de chorrearme de manera monumental. Jesús, Jesús, Jesús grité de manera descontrolada y luego un grito gutural mientras explotaba de mi vagina un orgasmo tan fuerte como los chorros que salían de ella. En ese momento la puerta se abrió y mi sobrino pregunto asustado:
- ¿Tía estas bien, te ocurrió algo?
-No mi amor, no mires por favor -dije mientras trataba de detener mi orgasmo, pero mis ojos estaban casi en blanco, era una tarea imposible.
Él se quedó atónito, inmóvil ante aquella escena que sobrepasaba cualquier cosa que hubiera visto antes. Hasta que pude recuperar el aliento y le pude hablar.
-Sal mi amor, por favor, ahorita salgo del baño, estoy ...