Perrita en el autobús - Relatos Eróticos

Perrita en el autobús

Hola a todos, en esta ocasión les platicare cuanto tuve que hacer un viaje en autobús a otra ciudad a unas dos horas de distancia, hace ya unos cuantos años, como 10 o mas (este relato lo escribi en ese tiempo y me parece que hasta esta publicado en mi aterior perfil), unos días antes había platicado con un amigo en el msn sobre el relato del metro y me reto u ordeno a que me dejara follar en el viaje que haría unos próximamente, a lo cual yo acepte.

En esa ocasión me vestí con una minifalda blanca, ombliguera rosita y una tanguita igualmente rosita, un bra de dibujitos, nada especial y una chamarra blanca.

Camino a la terminal me fui en metro pero no paso nada especial, compre mi boleto al llegar y subí al autobús, debido a que los asientos van numerados no sabría si me tocaría acompañada de un hombre o una mujer, mi asiento fue junto a la ventana y para mi suerte se sentó un señor como de unos 30 años mas o menos, un tipo normal, no atractivo pero no feo, normal.

El camión comenzó su recorrido, pusieron una película que ya había visto así que para disimular un poco hice como que me quede dormida, me recargué sobre la ventana y eché mi colita hacia el señor, tocando con esta su pierna y cerré los ojos, pasaron creo yo unos quince minutos y para ser sincera ya me estaba quedando dormida de verdad, cuando sentí como una mano se posaba en mi nalguita lentamente, me quede inmóvil y la mano igual, esperando a ver cual era mi reacción , el señor al ver que yo no hice ...

... ningún tipo de replica y seguía “dormida” continuo moviendo su mano por encima de mi falda acariciando deliciosamente mi nalguita, en pocos minutos, tomo más confianza y se atrevió a bajar su mano y acariciar mis muslos, movía despacio su mano de arriba abajo y cada ves que subía por ellos llegaba un poco mas arriba cada ves, poco a poco comenzó a subir mi falda dejando al descubierto mi nalguita, en ese momento hice un pequeño movimiento como si me despertara y el señor de inmediato saco su mano, no le dio tiempo de bajar la falda ya que en ningún momento sentí que esta bajara, con este movimiento me acomodé un poco mejor, empujándolo con mis nalguitas y acostándome un poco mas sobre el asiento, no paso mucho tiempo cuando el señor volvió a poner su mano sobre mis nalguitas, pero esta ves sentí k bajo la falda, cubriendo su mano con ella, supongo que para disimular lo que estaba haciendo y las demás personas no se dieran cuenta, continuo acariciando mis nalguitas y a decir verdad yo ya estaba empezando a excitarme, la situación de ser manoseada rodeada de tanta gente me estaba calentando demasiado, el señor se atrevió a llegar más lejos aun y con sus dedos comenzó a pasarlos por todo lo largo de mi tanguita, desde la espalda baja hasta mi coñito, el cual ya estaba algo húmedo, la primera ves que el señor toco mi coñito supongo que se desconcertó un poco pues se quedó sin hacer nada por unos segundos, volvió a acariciar mi tanguita en varias ocasiones de arriba abajo, hasta que ...