Dos días (1): Encuentro
Fecha: 22/05/2025,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Perro Viejo, Fuente: CuentoRelatos
Estoy en la parte sombreada de la terraza del bar.
A mis pies un cachorro adormilado, cinco meses cumplió ayer.
La campana de la iglesia inicia el aviso de las 11 de la mañana.
Aparca un coche de color azul a 20 metros, sale una mujer.
Puntualidad inglesa. Me gusta.
Aproximadamente 10 minutos antes ha pasado por delante el mismo vehículo.
Hay dos bares mas, ella quería asegurarse del sitio.
Me agrada. Yo hubiera hecho lo mismo.
Se aproxima despacio, más despacio de lo normal, es como si reprimiera la cadencia de su paso habitual.
Es un poco más baja de como se describió. 160 cm. calculo.
Pelo castaño con un mechón rojo muy llamativo. Media melena. Gafas de sol.
Viste falda larga, blusa y sandalias. Algún kilo de más, como todos.
No saca bolso o mochila del coche. Las llaves en la mano. No parece llevar teléfono.
Está a 20 metros, con el sol de cara no observo más.
El cachorro levanta las orejas al percibir que alguien que se acerca.
Me levanto. Ella me encara.
- Soy Ana
Por supuesto que es Ana.
Llevamos hablando por chat y por teléfono casi un mes. Nos conocemos por fotos, hemos tenido conversaciones largas y profundas sobre temas muy variados, literatura, política, cocina, deportes, sobre la vida en general y sobre nuestros gustos en particular. Todo ha sido acordado y pactado.
No contesto, simplemente aparto una silla.
El mensaje es claro.
- Acompáñame.
Se sienta en el borde de la silla dejando las gafas y ...
... las llaves sobre la mesa, no cruza las piernas.
Una aptitud correcta.
Tengo a mi lado una mujer de 50 años, manos de trabajadora, uñas sin pintar pero cuidadas, ojos marrones muy vivos, arrugas en los ojos y boca.
Ningún pendiente, collar o colgante que se vea, tatuaje de una rosa negra en el interior de la muñeca izquierda. Labios pintados con un color claro. Sin maquillaje.
La falda larga y vaporosa color amarillo pálido, la llega a los tobillos.
Blusa blanca de manga corta sin bolsos, botones nácar, se transparenta un poco.
Emana sensualidad sin ser descarada.
Omar, el propietario y camarero del bar sale y pregunta si desea tomar algo.
Ella duda.
Tensa espera.
Pasan los segundos lentamente, lo resuelve mirándome a los ojos.
Interpreto su mirada asintiendo con la cabeza, pide una pinta de cerveza.
Encantador el timbre de su voz, el teléfono no le hace justicia.
Omar regresa con la cerveza.
Bebe. Un trago largo.
Seguro que tiene sed. Ha tenido que madrugar para llegar a la hora. Se ha desplazado casi 200 km.
El cachorro se despertó, seguramente por ese aroma a ropa recién planchada que desprende Ana.
Un olor muy agradable.
- Si lo tienes claro pronuncia la frase, en caso contrario no pasa nada, te invito a almorzar y listo.
Esas son mis primeras palabras.
Sorprendentemente no la noto dudar, pero si está nerviosa.
Otro trago largo. El vaso queda vacío.
- Hoy me entrego a ti, mi Señor. Me entrego libremente en las ...