Dos días (1): Encuentro
Fecha: 22/05/2025,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Perro Viejo, Fuente: CuentoRelatos
... condiciones acordadas.
Según pronuncia la frase veo que ha cumplido una de las normas pactadas. Debajo de la blusa se han marcado unos pezones erectos. Sin duda esta excitada por la situación.
- Palabra de seguridad ¿?
- Verde
Al hablar casi cruza las piernas, se ha dado cuenta rápidamente y regresa a la anterior posición.
Como yo es amante del protocolo, según me explico hace días, además está bien educada.
- Acepto tu entrega Ana y tomo nota de las condiciones.
Es mi contestación.
Ella parece relajarse un poco.
La indico como cruzar desde el bar al patio interior de la casa, apenas hay 10 metros.
La entrego la correa del cachorro y la pido que me espere en la puerta de la casa.
Al levantarse, me mira para después bajar la cabeza.
Se va caminando con el cachorro. El contoneo de ambos es similar.
Esa falda esconde un culo redondo y denso, un culo rotundo que anima a ser explorado.
- Omar, otro café por favor.
Creo que ya la hice esperar suficiente.
Han pasado 20 minutos desde que se fueron.
Me levanto, pago y cruzo el portal hasta el patio interior.
Ana se encuentra de pie en el otro extremo, en la puerta de casa, con el cachorro sentado a su lado, no ha soltado la correa ni ha entrado. Tiene que estar sudando, el sol cae fuerte.
Suelto al perro que inmediatamente busca su sombra habitual, ahora no son horas de perseguir gatos.
Cogiendo delicadamente a Ana de la mano pasamos al interior, se nota el frescor.
Se ...
... la escapa un suspiro fuerte. Se me antoja pensar que ahora huele a hembra, seguramente es el sudor.
Sin soltarla subimos la escalera de piedra hasta la planta superior entrando en una de las habitaciones.
Es rectangular, de tres por cuatro metros, con ventana a la parte posterior de la casa.
Una cama pequeña, pegada a la pared, una mesita y una silla antigua pero muy resistente son los únicos muebles. Como lámpara una bombilla desnuda.
Una jarapa blanca está colocada en el centro.
Situando a Ana sobre la jarapa me siento en la silla.
La observo.
No levanta la barbilla, las manos en los costados con las palmas al interior, piernas ligeramente abiertas.
Su anterior Amo la enseño bien.
- Desnúdate.
Lo digo despacio, sin alzar la voz, vocalizando.
Es la primera instrucción que la doy y quiero que la entienda sin dudas, sin interpretaciones.
Aproximándose a la cama se sienta y comienza a descalzarse.
Al quitarse la segunda sandalia un tintineo me llama la atención. Lleva una esclava en el tobillo, me mira con ojos suplicantes.
- No te la quites, me gusta.
Una tímida sonrisa y una mirada brillante son su forma de agradecimiento.
Se quita la falda mostrando una braga blanca de algodón, una braga de niña que tiene escrito “sábado”. Hoy es miércoles.
La blusa después, mostrando unos pechos medianos algo caídos, las aureolas muy rosadas, los pezones están erguidos y son grandes.
Termina quitándose las bragas y doblando toda la ropa ...