1. Prostituyendo a mi sumiso y cobrando por ello


    Fecha: 01/06/2025, Categorías: Dominación / BDSM Autor: DominAma, Fuente: CuentoRelatos

    ... mucha atención, contesté con desgana:
    
    “Las que haga falta, cariño. Las que yo quiera”.
    
    Te duchaste y te pusiste la ropa que te dejé encima de la cama. Unos boxer grises, unos vaqueros azules y una camiseta negra. Tus tenis negros Nike y unos calcetines negros con cangrejos rojos.
    
    Me duché y cogí una bolsa en la que había metido algunas cosas. Cuerdas, bridas, plugs, mi strapon, velas, el altavoz portátil para poner algo de música, tu máscara de látex negra, un par de máscaras más para los juguetes, ropa para mí, tu collar morado, el vibrador que me regalaste y que había cargado durante toda la noche, varias cajas de condones y algunas cositas más. No quería echar nada de menos una vez estuviéramos instalados allí.
    
    Llegamos puntuales al centro de Madrid, y recogimos las llaves de la propietaria. Subimos al piso y le echamos un vistazo. Se te notaba nervioso. Te acercaste a mí con cara de perrito pochón, y no pude evitar darte un abrazo. Nos besamos suave y te dije:
    
    “Pedro, voy a estar todo el rato a tu lado. Voy a cuidar de ti y siempre te voy a querer. No lo olvides ni un segundo, cariño. Si necesitas parar, sabes cuál es la palabra de seguridad. Olibert y Javier también estarán cerca para asegurarse que todo va bien. Hoy vas a sufrir la mayor humillación de tu vida, pero me excita mucho. Lo harás por mí, verdad, preciosa?”
    
    Mirando al suelo me dijiste que sí. Que ya sabía que te obedecería siempre, y en todo. Te dije que estaba muy orgullosa de ti, y que ...
    ... sabía que no me harías quedar mal con nuestros clientes. Y entonces sentí cómo apretabas la mandíbula y bajabas la mirada al suelo.
    
    Yo iba vestida con unos leggings de latex negros, unos zapatos de tacón alto y un corsé rojo que me habías regalado y que aún no había podido estrenar. Tenía los labios y las uñas de manos y pies pintadas de rojo, tu color favorito. Me miraste y me dijiste que estaba increíble. Entonces me acerqué a ti y te pinté los labios de rojo y te puse la máscara. Te ordené desnudarte, y te coloqué el collar de cuero que habían personalizado para nosotros en E&LWhipmakers. Entonces me di cuenta que estabas mojado y, sonriendo, te llamé puta.
    
    Quedaba media hora cuando sonó el timbre. Me miraste con cara de terror y te tranquilicé diciéndote que Olibert y Javier habían llegado puntuales. Les abrí la puerta y te ordené ponerte de rodillas detrás de mí, con la correa sujeta a mi muñeca. Entraron los dos y les di dos sonoros besos a cada uno. Me miraron y cuando vieron que estaba con la máscara y de rodillas, no supieron si darme la mano o qué hacer.
    
    “¿Cómo saludan las perras, cariño?”
    
    Sabías bien lo qué tenías que hacer, así que levantaste una patita como si fueras un perrete bien educado, y Olibert y Javier no pudieron evitar soltar una sonora carcajada. Pasamos todos al salón y me senté en el sofá. Javier y Olibert se sentaron cada uno a mi lado y repasamos todas las instrucciones para que tuviéramos un día tranquilo y seguro. Tu te quedaste en el ...
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