Échale la culpa a Río
Fecha: 07/06/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: XOCHI, Fuente: CuentoRelatos
... cae mi bata de encaje hacia el suelo, mi cuerpo aparece ante el casi desnudo; regalándole mi piel bronceada por el sol de Río. Quiero besarlo, pero me resisto mientras sigue acariciando mis piernas, juega con la seda de mi tanga, rozando mi pubis, adivina mis labios y mi húmeda grieta que le presiono sobre su mano.
Quiere besarme, abre los labios jadeando, pero suspira.
Me levanto de la cama, quedo por sobre su cuerpo con mis brazos caídos, vuelvo a elevar mi boca buscando sus labios, me desnudo toda, deseo su pija, mientras apretando la base de ese tronco la erecto hasta que la hago rozar sobre los vellos delineados de mi pubis.
No puedo decir palabra, reclino mi cabeza hasta el placer de hacerle sentir que lo estoy masturbando, me entrego y sus labios comen mi boca, se confunden las salivas, nuestras lenguas se encuentran, su mano atrapa mi nuca, me aprieta aún más sobre sus labios y entrego mi voluntad de Yocasta a Edipo.
Oigo su respiración que se acelera junto a la mía, mientras sigo masturbándole, se arrodilla y su glande desaparece entre mis labios, rozo con mis dedos su ano, se electriza y empuja su pija hasta el fondo de mi garganta.
Me ha poseído, soy suya en esta noche, —la estrella que cayó en el infinito, realizó nuestro deseo—, estoy de rodillas ante él, desnuda, pervertida y puta. Mis pezones se frotan en sus piernas, no lo dejo acabar en mi boca, me pongo de pie, ato a su cuello el cinturón de mi bata, le doy mi espalda, se apoya en mis ...
... caderas, quiero que me penetre, que me coja, pero se aleja… Lo tomo de la mano y nos perdemos en corredor hacia la suavidad de mis sábanas.
Lo vuelvo esclavo de mis deseos, abre mis piernas y se tiende sobre mí, esquivo la penetración de su pija, juego con él, para excitarlo más; se gira, una pierna reposa sobre la mía, lo vuelvo a masturbar, lo pajeo, pero no lo dejo acabar, no eyacula, lo quiero más duro.
— Tengo algo especial para vos, mi bebe, nadie nunca te va a tratar como yo esta noche.
Me mira, se sonríe y me guiña un ojo; subo el cinto de seda y le cubre los ojos, no puede ver nada, solo sentir mi respiración y mis manos rasgando las sábanas mientas mi aliento baja por su pecho, lo comienzo a sentir en mi vientre. Espero el rozar de su glande como caricia sobre los mojados labios de mi concha, pero no.
Quiero sentirlo, el silencio es muy profundo, no me toca. No le dejo ver nada, pero yo estoy temblando. Con mi dedo índice rozo otra vez su ano y se lo voy introduciendo suavemente, levanta sus caderas, me gusta la sensación, mi hijo me está penetrado por la boca, su erección siente la suavidad de mis labios que vuelven a envolver su glande y lo dejo acabar interminable en mi garganta, se retuerce mientras mis manos agitan, lo sigo pajeando aún más, mamando su semen.
No le quito la seda de sus ojos, le dejo sentir mi cuerpo recostándome sobre el suyo, mi pubis se aprieta con su pija y me besa con el sabor de su semen en mi boca y que me he bebido. Su lengua ...