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Mi novia arma un trio con una amiga
Fecha: 07/06/2025, Categorías: Sexo en Grupo Autor: MikeFed, Fuente: CuentoRelatos
En la última fiesta de fin de año de la empresa donde trabajo, todo era diversión. Habían gastado plata en serio para organizarla, muchos regalos, excelente cena y mucha bebida. Yo estaba con Marisa, mi novia. Bailábamos, nos divertíamos con todo. Ella es morena, de buenos pechos y cola, algo regordeta. Estaba con un lindo vestido, que por el escote, permitían ver mucho de sus pechos. En un momento que fuimos a buscar un par de bebidas a la barra, nos encontramos con Griselda y Paco, su novio, que ya mostraba signos de los efectos del alcohol. Griselda era flaca, pechos pequeños y una pequeña cola. Pero lo que le faltaba de cuerpo lo tenía de sensualidad. -Que buena que esta la fiesta, lástima que este terminando. Dije. -Si, una pena. Yo tengo ganas de seguir. Dijo Marisa. -Lo mismo yo. Cuando termino la fiesta eran las 4 de la mañana, y con Marisa nos dirigíamos al auto cuando vimos que Griselda trataba de ayudar a Paco a caminar de la borrachera que tenía. Nos acercamos a ayudarla. -Es un estúpido, toma y le cae mal siempre. Dijo enojada Griselda. La ayudamos a subirlo al auto y cerró la puerta de un portazo. -Goyo, lo voy a dejar acá, que se joda. Yo no manejo y no me voy a quedar hasta que se despierte. Me dijo. -Si, y eso vaya a saber a qué hora es. ¿Querés que te llevemos a tu casa? -¿Uds. se van a su casa? Nos preguntó. -No, pensábamos seguirla en Tuxton, y bailar hasta el amanecer. -Voy con Uds. ¿Les molesta? -No, ...
... vamos. En Tuxton, yo bailaba con Marisa, que empezaba también a sentir los efectos del alcohol. Ella bailaba sensual frente a mí. Pasaba sus manos por su cuerpo y me miraba. En un momento, se puso de espaldas a mí, y se refregaba contra mi bulto. Griselda bailaba con un tipo y la miraba. Tomo a su acompañante y se puso a bailar junto a mí, y su acompañante junto a Marisa. Griselda también se puso a bailar sexy, paro en vez de mirar a su pareja, me miraba a mí. En un momento, sentí como apoyaba su mano en mi culo y me apretaba. La mire y me guiño un ojo. Yo seguí bailando como si nada. Lo que menos me interesaba era tener problemas con Marisa por Griselda. Un rato después, Marisa me tomo la mano y me llevó a unos sillones al fondo del local. Estaba muy oscuros y no había nadie cerca. Nos empezamos a besar y a tocar. Marisa, por el alcohol, estaba desatada. Me desprendió el pantalón, bajo la cremallera y saco mi pija fuera del bóxer. Se puso a chuparme como loca. Mi pija se puso bien dura, y ella lamía y chupaba sin parar. Estuvo así varios minutos, hasta que se levantó el vestido, corrió su tanga y sentándose dándome la espalda, se la metió por completo en la concha. Me montaba tan desatada que no la reconocía. De pronto me pareció ver a Griselda, que nos miraba desde otro sillón, sola. Miré bien y si, era ella. Estaba con las piernas abiertas, una mano en su concha y la otra en sus pequeños pechos. Era evidente su calentura. Estoy seguro que ella vio que la miraba, ...