1. La primera noche de mi esposa con su amante


    Fecha: 09/06/2025, Categorías: Infidelidad Autor: AlonsoLima, Fuente: CuentoRelatos

    ... amas?”. Le respondí que sí, que la amaba. No me respondió. La intenté besar, no se dejó, me dijo “huelo a cerveza amor”. Le dije que no me importaba y la volví a besar. Sólo se dejaba, no respondió.
    
    Sentí el olor a cerveza y a verga en su boca. La imaginé en un cuarto de hotel, bebiendo y cogiendo. Besé sus mejillas, su cuello, volví a sus labios. Empezó a responderme. Supongo imaginar, que no me había dado cuenta de sus labios mamones la soltó. Al abrir sus labios más, para responder mis besos, sentí ya no solo el olor de verga y cerveza, sentí el profundo olor de su culo. La imaginé mamando verga luego de haberla recibido en el culo.
    
    Empezó a calentarse. Suponer que yo no sentía su sabor luego de coger, le dio confianza. Con mi mano le bajé el short de pijama y comencé a acariciarle el coño. Lo sentí demasiado húmedo. Le introduje dos dedos que nadaron en una vagina húmeda, salvajemente húmeda.
    
    Le di vuelta. La puse boca arriba y comencé a bajar sobre ella, besando y lamiendo sus senos recién usados. Ella me dijo “amor no sigas, estoy sucia”. Le dije que no me importaba, que la amaba y la deseaba. No respondió.
    
    Llegue con mis labios y mi lengua a su coño súper húmedo. Lo empecé a lamer y recorrer con lengua y labios. Ella gemía salvajemente. Supongo ...
    ... tenerme allí, sumiso, lamiendo las sobras de su amante la calentó infinitamente. Y a mí igual, estaba a morir de placer. El sabor a verga y por sobre todo a semen que había en su coño era brutal, de horas siendo cogida y más de una vaciada dentro. Desee lamerle el culo ya.
    
    Me levanté y le dije “date vuelta amor”. Me dijo “no mi amor, estoy muy sucia”. Insistí con mis brazos y manos, casi forzándola. Estaba más caliente que temerosa y se dejó llevar. Separé sus nalgas con mis manos y me encontré con su culo recién usado, muy usado, por la verga enorme de su primer novio, esa noche su amante. Le palpitaba, los pliegues dilatados, abierto a simple vista, muy abierto, pero lo más excitante, con rastros de semen aún allí.
    
    Puse la lengua en sus pliegues y sentí como ella me pedía estar dentro. Mi lengua fue avanzando por su culo usado y con sabor a mierda y a semen de su amante. Imaginar la noche que tuvo, con leche en su boca, en su culo, en su coño me hizo pensar que gozó como perra, que su primera vez como infiel había sido perfecta.
    
    Llegó con mi lengua en su culo, diciendo “te amo mi amor, te amo mi amor” así, sin nombres. Me monté sobre ella y disfruté su culo. Cuando vibraba por el segundo orgasmo que le llegaba, en su cama, con su esposo, me vine también dentro. 
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