Ber, Bernabé y yo
Fecha: 10/06/2025,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Mar1803, Fuente: CuentoRelatos
Si quieren saber lo que sucedió un día antes, pueden leerlo con Ber, quien lo describió en “Un sueño cumplido con Mar”. El sueño era de Ber, pero para mí era una obsesión tener sus huevos en mis manos y en mi boca.
Una vez cumplido el sueño y mi obsesión, quedamos de vernos en el mismo lugar y a la misma hora para aprovechar el permiso que solicitó en su trabajo. Me precisó que él ya lo había acordado con Bernabé.
Llegué con la leche de mi marido en la cuca, como me lo pidió, pero mi sorpresa, ya que estábamos desnudos, Ber salió del cuarto y regresó con Bernabé, también en cueros, quien me tiró en la cama para chuparme la panocha.
–Me desayunaré el atole que hiciste con el cornudo, pero también hay lechita para ti, mi amor –me dijo poniéndose a chupar, al tiempo que vi a Ber poner sus rodillas a mis costados para darme su biberón.
Era claro que ellos habían preparado el encuentro para hacer un trío conmigo y, en lugar de molestarme, me sentí feliz de experimentar algo nuevo. Abrí la boca y tomando el pene de Ber, a la vez que disfrutaba la lengua de Bernabé, me puse a mamar, pero no dejaba de acariciar sus huevos rasurados y darle jalones a ese escroto de ensueño. “¡Qué delicia, mamar y ser mamada!”, pensaba. Era obvio que había una diferencia con un 69, que es grato, pero sabía que me esperaba también darle una mamada de Verga a uno mientras me cogía el otro. “Todo a su tiempo”, pensé, “¡Goza cada momento!” y me empecé a venir. Bernabé me chupaba con más ...
... enjundia al sentir mi flujo y yo mamaba con más pasión hasta que me llené la boca del sabor delicioso de Bernabé. Antes de tragar el semen, decidí compartirlo con mi amante habitual y empujé a Ber para que se quitara de mí.
–Cógeme, amor –dije como pude tratando de no tragarme todo y extendiendo las manos para que Bernabé me cubriera.
Lo hizo de inmediato y me empaló de un solo golpe, abrazándome y en el beso le compartí la ordeña que le hice a Ber. La lengua de mi amado me recorrió el paladar, los dientes y la lengua para saborear ese manjar que le ofrecía en mi calentura. Sentí en mi vagina el calor de lo que mi amante vaciaba en mí y me vine otra vez.
Descansamos un poco, acostados los tres, yo al centro apretando entre mis manos sus exangües miembros. Poco me duró el descanso. pues Ber se fue a mi pepa y se puso a chupar las venidas conque habíamos culminado Bernabé y yo el coito. “¡Está muy rica!” exclamó Ber y, sin previo aviso, le empezó a mamar la verga a mi amante. Bernabé se sorprendió también, pero se le paró la verga. “Está con el mismo sabor, pero se sentía bien cómo me llenaba la boca al crecerte”, explicó y se volvió a acostar a mi lado.
–¿Te gusta chupar verga? –le pregunté a Ber.
–Ya sabes que estuve propenso a chupársela a Cornelio cuando hice trío con él y Stella, hoy no me aguanté a limpiársela a Bernabé –dijo sin mayor enfado– Sí, me gustó, quizá porque estaba llena de atole…
–Pretextos… –dije, pero me di cuenta que Bernabé se la comenzó a ...