Siempre contaremos hasta donde nos conviene
Fecha: 14/06/2025,
Categorías:
Confesiones
Autor: Fesancol, Fuente: CuentoRelatos
Resulta que tiempo después de la confesión de mi esposa de su etapa como prepago, me volví a encontrar con mi “amiga” Diana, aquella con la que mi esposa había compartido una de las jornadas de trabajo.
Estaba con un grupo de amigos viendo un clásico de futbol en una de los bares de un centro comercial y en una de las mesas estaba Diana con los hermanos y otras personas, con uno de sus hermanos he jugado futbol en algunas ocasiones, además él es el esposo de una prima lejana, el me saludo, charlamos algo sobre futbol y la familia, se acercó Diana, que como siempre estaba vestida muy exótica, tenía un enterizo negro ceñido al cuerpo con la espalda destapada, me saludo de beso y abrazo, se le notaba que había bebido bastante, también hablamos banalidades y volvimos a nuestras mesas, al rato ella se paró para ir al baño y al regresar me pidió mi número de celular, según ella para una conocida que necesitaba unas terapias físicas, lo guardo y me envió una manito arriba para que yo guardara el suyo, acabo el primer tiempo del partido y revise mi celular, tenía varios mensaje de mi esposa y dos mensajes de un número desconocido, revise y era el número de Diana, me escribía así:
Diana: ¿por qué no estas con tu mujer?
Diana: ¡respóndeme! y una carita enojada,
La volteé a ver y solo se sonrió, le respondí
Yo: ¡es mi día libre!
Ella lo leyó y se tapó la cara con una mano.
Siguió el partido y a la mitad del segundo tiempo recibí otro mensaje de ella:
Diana: ¿y ...
... tu mujer que está pensando dejándote salir solo?
Diana: ¿será que no sabe lo peligroso que eres?
Yo: ¡Era!
Diana: ustedes los hombres no cambian
Yo: soy la excepción amiga mía
Diana: ¿tu esposa sabe que fui tuya?
Yo: ehhh, no
Diana: cuéntele, dígale lo que hacíamos
Yo: no me conviene, déjela tranquila
Diana: ¿sabías que ella y yo nos conocíamos?
Yo: si, ya ella me conto todo
Diana: eso me imagine y también supuse que a ti eso no te importaría
Diana: eres respetuoso del pasado de los demás, soy testigo de eso.
Yo: si amiga, el pasado es pasado
Diana: ¿qué vas a hacer después del partido?
Yo: dianita, pues íbamos a ir a comer con mis amigos y ya me voy para mi casa.
Diana: vámonos los dos, estoy soltera este fin de semana, la casa de mis papas está sola.
Yo: me parece un excelente plan.
Diana: ¿andas en carro?
Yo: no
Diana: mi carro está en el parqueadero, te espero allá.
Yo: ok, apenas se acabe el partido voy.
Vi que a los pocos minutos ella se despidió de los de su mesa y se fue, yo esperé a que se acabara el partido, me despedí de mis amigos y salí al estacionamiento, Diana me hizo luces, subí a su carro, ella me recibió con unos besos muy ardientes, metió su lengua en mi boca y yo pase mis manos por todo su cuerpo, le bese el cuello y baje hasta su escote, estuvimos así unos minutos y nos fuimos a casa de sus padres.
De camino a su casa seguimos besándonos y manoseándonos, ella paro para comprar licor y yo ...