Con semen en la cara
Fecha: 22/06/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: SuerteO, Fuente: CuentoRelatos
O: Así puta, chupamela toda, ¡¡uhm!!
C: ¡¡Aquí nos va a ver la gente!!
O: ¡¡Callate!! ¡¡Sigue comiendo!!
Me encontraba en la calle en un callejón solo recargado en un camión y Clara hincada chupandome la verga, no me importaba que nos viera alguien, solo quería que David pasara y viera a su novia tragando mi verga.
Todo comenzó esa mañana, como ya era costumbre seguía discutiendo con David, me daban ganas de agarrarme a golpes con él pero la idea para joderlo era con su novia.
Por alguna razón, este tipo de 53 años adoraba mucho a Clara, era su amor, de hecho ya le había prometido dejar a su mujer por ella, lamentablemente Clara era más joven y tenía otras ideas en la cabeza, ya había tratado de dejarlo desde que la golpeo pero muchas veces es muy difícil alejarse de una relación tóxica y la de ellos era una de esas.
Yo le mandaba mensajes a Clara, mensajes donde le decía que quería meterle la verga, que quiera que se tragara mi semen y ella correspondía mandándome fotos desnuda y de sus nalgas, la verdad esas charlas me ponen bien caliente.
Una tarde, ella estaba llorando, todo porque David le había dado un golpe más por estar hablando con un compañero de su área.
O: Ya debes dejar a ese idiota.
C: No puedo, me da miedo.
O: Sabes que, te voy a ayudar.
Le dije que me esperara una hora después de su salida, ella salía a las 7 pm y yo a las 8 pm al igual que David, se me había ocurrido la idea de que nos viera fajando y asi el la mandara a ...
... la fregada y de una vez arreglar los asuntos entre él y yo.
Llegó la hora, al salir vi a Clara en la esquina y me dirigí a ella, sin pensarlo la besé en la boca, ella nerviosa se dejó aunque no correspondió la misma intensidad.
C: ¿Qué haces?
O: Nada, ¡solo te ayudo!
La tome de la mano y nos dirigimos a un callejón muy oscuro, de hecho muchos lo evitan por miedo a ser asaltados, siempre vi que David se iba por ahí, así que la lleve ahí.
Comencé a besarla con desesperación, ella aunque tensa correspondía mis besos y después mis caricias, la abrace por atrás y mientras le besaba su cuello mis manos apretaban sus ricas y duras nalgas.
O: ¡Me encantas chiquita!
C: ¡Ah! Que intenso estás hoy.
Nos fuimos a recargar atrás de un camión que estaba estacionado, sin dudarlo le levante la blusa y le saque una teta de su brasear, ella trató de detenerme pero como rayo ya tenía una de sus tetas en mi boca.
C: ¿Qué haces? ¡Ah!
O: ¡Callate y disfrutalo nena!
Con mi mano apretaba rico sus nalgas e incluso con mis dedos le rosaba su concha por encima de su licra café.
C: Basta, ¡¡uhm!!
O: ¿Qué? ¿No te gusta?
C: ¡Es que estamos en la calle!
O: No pasa nadie, tranquila, relájate y déjate llevar!
Poco a poco logré que ella se olvidara de donde estaba, le baje su licra y me baje a besarle sus morenas piernas, sus nalgas, le mordía con fuerza, ella gemía y me acariciaba la cabeza.
C: ¡Que rico, me pones a mil!
O: Lo se perrita, ¡vamos bájate ...