Sorpresa con la madre de mi novia (5): A escondidas
Fecha: 22/06/2025,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Alfil-1, Fuente: CuentoRelatos
... que ella sepa que tú lo sabes?
—La veo más contenta que nunca, y quiero que siga así!
—Eso es un sí?
—Si, joder, es un sí! Quiero que se lo pase lo mejor que pueda!
—Y no le vas a decir que lo sabes?
—De momento no. Quizás se sienta mal si se lo digo.
—Entonces, como lo hacemos? Creo que estando los tres desnudos por la casa va a ser difícil mantener el control.
—Os dejaré ocasiones todos los días, pero eso sí, cuando te la folles yo tengo que estar viéndolo!
—Y cuando empezamos?
—Pues por lo caliente que la he visto… mañana después del desayuno!
—Pues menos mal, porque hoy ya no puedo más! Intenté hacerme el cansado.
—Por eso, así te repones! Quiero ver cómo la das con ganas!
—Y dónde?
—En el mirador. Lo he estado viendo y hay bastante vegetación alrededor, perfecto para esconderme!
Así quedó el tema y nos fuimos a cenar. Yo me puse el bañador y una camiseta y ellas se habían puesto unas cortas y escotadas batas floreadas veraniegas, que como los bikinis, eran idénticas. Carmen sonreía más que lo había hecho en toda su vida. Cuando acabamos me ofrecí a ayudarla a recoger y fregar los cacharros. Lucía se salió al jardín y me pidió que la preparara una copa cuando terminara. Cuando entramos en la cocina nos miramos con sonrisas cómplices. Cuando se agachó para dejar los cacharros en el lavavajillas vi que no llevaba bragas, creo que su inclinación fue exagerada para que le viera el coño con claridad. Miré hacia la puerta para ...
... comprobar que Lucía ya había salido al jardín y de nuevo volví la vista a ese hermoso y gran culo que me ofrecía Carmen. Pase la mano por todo su contorno saboreándolo con las yemas de los dedos. No podía ver el amarronado agujero, pero lo roce con uno de mis dedos pensando cuando se lo iba a romper.
—Tiene ganas de volver a follar?
—Ufff, estoy deseando!
Contestó de inmediato sin perder su inclinación. Bajé la mano por el culo hasta llegar a los gruesos labios que asomaban entre sus muslos, la verdad es que eran unos labios majestuosos capaz de enderezar la polla a cualquiera. Podría decir que casi los abrace con mis dedos sintiendo la carne caliente y algo húmeda. Sus muslos se alargaban con curvas sensuales, y sus piernas acababan en unos altos tacones que las hacían más atractivas. Metí dos dedos por la raja y la humedad aumentó notablemente, creo que esa mujer estaba caliente a cualquier hora.
—Ufff, hijo, que caliente me pones!
—Me gusta ponerla caliente!
—Sigue! Sigue! Me instó al sentir como penetraba con dos dedos.
Comencé a pajearla lentamente mientras le levantaba la bata para verla el culo en toda su totalidad. Acerqué la boca y dejé caer un chorretón de saliva que lo cubrió de inmediato. Con la otra mano, comenté a penetrarlo con un dedo y noté que se abría con facilidad hasta dejar que mi dedo entrará entero.
—Ufff, si, síii! Que ganas tengo de que me lo revientes como has hecho con el de Lucía!
—Nos has visto? Le pregunté haciéndome el ...