Sexo en el templo
Fecha: 28/06/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Ishtar Flores, Fuente: CuentoRelatos
... templo. Mis plegarias ya no eran de fe, sino de lujuria -oh Dios Mio, que rico-
Inmediatamente, se colocó encima de mí, me abrió las piernas e introdujo en mi vagina su poderoso instrumento, aggg, grité desesperadamente, mientras que le colocaba mis piernas en su espalda, ofreciéndole mi sexo abierto, y grité - que rico. Ya no media la fuerza de mis gritos, por lo que imagino que se llegaban a escuchar a fuera del templo, pero debido a que los grupos estaban en oración, no los percibia, Sentía un infinito placer que me llegaba a cada parte de mi cuerpo. Mi vagina se llenaba de un pene tan increíblemente delicioso. La sensación de placer me producía la necesidad de curvar mi espalda, de mover para adelante y para atrás mis caderas, para hacer que el pene de Ismael, se me metiera más profundamente en mi vagina y saliera, solo para arremeter en la siguiente introducción. Con mis manos me sostenía mis tetas para que no se movieran tanto durante la tremenda follada que estaba gozando.
Posteriormente nos pusimos de pie, me acaricio mi vagina y le respondí con un beso en la boca. Para después ponerme en cuatro patas, él se acercó, sosteniendo mis piernas con ambas manos, escupió una cantidad considerable de saliva en mi agujero trasero, puso la cabeza de su verga justo en la entrada y sin previo aviso me la ensartó toda, hasta los ...
... huevos. - Ay, pegué un alarido que se debió haber escuchado en todo el templo-. Si bien mi ano estaba acostumbrado a recibir grandes cogidas, me dolió pero lo goce, al metérmele de una forma brutal, de un solo golpe me hizo retorcer de dolor, fue como si me hubiera enterrado una daga al rojo vivo, sentí morir, era un dolor terrible, forcejeé, manoteé, empujé su pecho con todas mis fuerzas, movía mi cuerpo, intentando hacerlo menos doloroso, pero lo único que conseguía era mover su verga en mi interior, intenté patalear, y lo que lograba era apretar su verga en mi interior, gritaba, ¡me dijo eso fue porque eres una ramera, tengo que castigarte!
Así continuamos por un momento, me ensartaba su pene en mi ano sin piedad, hasta que sintió venirse, se separó de mí, iba a limpiar su verga, pero no lo deje, lo comencé a masturbar, despacio y luego muy rápido, por lo que lo hice venir –aaa que rico puta- una buena cantidad de leche inundo mi cara hermosa, -que rico- terminamos, y con unas toallas del baño, nos limpiamos el sudor y los líquidos que había en nuestros cuerpos. Al llegar las 8 am, todos los feligreses nos reunimos, y mi Pastor Ismael, hablaba del adulterio y como evitarlo, mientras me veía disimuladamente. Que rica experiencia coger en el templo. Mi cornudo digo esposo, creyó que pasé la noche en rezo, pero fui cogida por el Pastor.