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Los cinco sentidos
Fecha: 29/06/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: dulceymorboso, Fuente: CuentoRelatos
Como cada mañana salió a caminar a las ocho de la mañana. Cuando su marido se iba a trabajar, ella se ponía su ropa de deporte y le gustaba hacer sus ocho, diez kilómetros caminando. A ella lo que de verdad le gustaría sería poder hacerlos corriendo pero el traumatólogo se lo había prohibido. Desde niña había estado en el equipo de atletismo del barrio donde vivía con sus padres, había ganado algunos campeonatos pero al llegar a la universidad tuvo que anteponer los estudios a la práctica deportiva y desde entonces lo realizaba pero como hobby y por mantenerse en forma. Y era evidente que lo había conseguido pues su cuerpo era firme sin ningún gramo de grasa. Fue en esa universidad donde había conocido al que ahora era su marido. Un joven buen estudiante y responsable que la había enamorado con su manera cariñosa de tratarla. Todas sus amigas le dijeron que estaba loca por casarse con el primer y único novio que había tenido y ella estaba segura que si. Lo amaba y él la amaba a ella, y después de todo ya llevaban diez años juntos y los dos decidieron dar ese paso en cuanto a él lo ascendieron en su empresa. Salió de casa y le encantó ver el buen día que hacía. Se sentía feliz en aquella nueva vivienda adonde se habían ido a vivir hacía tres meses, el tiempo que llevaba casada con Rodrigo. Como todos los días cuando llevaba unos diez minutos caminando se cruzó con su vecino que venía de vuelta, por lo que veía aquel hombre también salía a caminar a diario aunque ...
... un poco mas temprano que ella. Nunca habían hablado pero muchas veces lo veía en su jardín sentado con una libreta en mano y escribiendo. Siempre se preguntaba que escribiría. Seguro que está jubilado y mata su aburrimiento escribiendo, pensaba Tania. Y es que ella pensaba que la vida de ese hombre debía ser muy aburrida porque en los meses que llevaban allí viviendo, nunca lo vieran con nadie. Era un personaje misterioso. Cuando regresó a casa allí lo vio de nuevo sentado, relajado, como siempre escribiendo y le sorprendió que por primera vez ese hombre la miró y con un gesto con la cabeza la saludó. Tania entró en casa y se dio una ducha para relajarse y se preparó un té, le gustaba mucho ese momento de relax antes de hacer las cosas de casa y es que Tania no trabajaba pues había decidido con su marido que lo mejor era preparar unas oposiciones que hasta el año siguiente no serían convocadas. Estaba ensimismada ojeando los temarios cuando se sobresaltó al escuchar su voz. - Disculpa! Perdona mi curiosidad. Que estudias? – al ver que la había sobresaltado se disculpó – No pretendía asustarte, lo siento. - Ah no! Es que estaba concentrada y me asusté un poco. No se preocupe. – Tania disipó sus dudas – Son los temarios para una oposición. - Hoy en día preparar una oposición es una opción inteligente. Aquel hombre era de conversación agradable a pesar de su seriedad, estuvieron hablando un buen rato. - He sido catedrático de psicología en la universidad de ...