1. Un buen amante y una clienta atrevida (1)


    Fecha: 01/07/2025, Categorías: Erotismo y Amor Autor: WellD, Fuente: CuentoRelatos

    Empecé mi día sin conocer lo que el tiempo me iba a deparar. En la mañana salí a correr, y sólo unas horas más tarde estaría disfrutando de un placer sublime. Simplemente, cómo siempre, no hice más que dejarme llevar y hacer lo que tenía que hacer.
    
    Trabajo cómo masajista, la empresa para la que laburo ofrece este servicio a domicilio (vamos personalmente a sus residencias). Cómo se podrán imaginar, tenemos de clientes personas algo adinerados, y siendo una empresa de muy buena reputación pasó incluso a ser símbolo de prestigio obtener nuestro servicio. Y no es por presumir, pero somos lo mejor de lo mejor.
    
    Constantemente recibo comentarios sugerentes de mis clientes habituales, podría corresponder sus comentarios, pero no es mi área. Sin embargo, nadie ha sido lo suficientemente valiente para ser tan directo cómo la mujer de quien hoy les hablaré.
    
    Fue la primera vez que la veía, sin embargo, aun siendo un chico tan reservado, me comporté cómo si de mi esposa de años se tratara. En cuanto la vi mi corazón se estremeció. Cuando me abrió la puerta de su hogar ambos nos miramos con detenimiento, muy rápido ambos sacamos una enorme sonrisa y me invitó a pasar. Parecía lista para la sesión, ya que sólo traía toalla.
    
    Intentando disimular mi felicidad inexplicable, contuve las ganas de besarla, pero ella parecía aún más embobada. No soltamos una sola palabra, pero sin poder dejar de vernos. Yo intenté no parecer intenso y estoy seguro que ella igual, pero era cómo un ...
    ... libro abierto. Sólo dejé que se me acercara y ambos caminamos sin dejar de rozar nuestras manos.
    
    –Que bonita casa –Dije.
    
    –Cómo tú.
    
    –¿Cómo no te pierdes aquí?
    
    –Conozco bien esta casa. Siempre he pensado que la confianza viene del saber, pero a ti no te he visto en la vida y ya te quiero montar.
    
    Hasta ese momento no estaba seguro, pero mi intuición tenía razón. Ella no paraba de mirar mis labios, y yo los suyos, pero por momentos mi vista se dirigía a sus preciosos pechos siendo apretados por la toalla, que me hicieron tener una erección muy notable.
    
    Al llegar a la puerta dirigió su vista al frente, y mientras abría miró hacia atrás, justo hacia el bulto en mi pantalón. Caminaba lento, y frenaba por momentos a propósito, para sentir mi verga entre sus nalgas.
    
    Ella sólo dejó caer la toalla para provocarme y no por desconocimiento, por obvias razones. Tenía una habitación exclusivamente para masajes y parecía una chica recatada, a pesar de cómo se estaba comportando en ese momento, al igual que yo.
    
    Se acostó y me señaló el cajón de los aceites. Ella miraba en dirección hacia mí y yo mantuve mis caderas en su dirección, para que ella disfrute del espectáculo viendo a mi paquete marcarse. En cuanto me acerqué sentí su mano frotándome la entrepierna.
    
    –¿Sí quieres el masaje? –Dije.
    
    –Sí, sólo quédate ahí –Dijo mientras me bajaba el pantalón– ¡Dios mío! ¿Eso cabrá en mí?
    
    Me tomó del brazo atrayéndome para que mi verga quede frente a su rostro. Empezó ...
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