Una noche en una terraza
Fecha: 06/11/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Era una calurosa noche de Agosto, estaba sentada en una terraza tomándome una cerveza, pensando en mis cosas mientras esperaba a un amigo con el que había quedado. Llegué temprano y me senté en una de las mesas cercanas al paso de los camareros, para ver, mientras esperaba, los traseros de los camareros tan guapos que trabajaban en ese local todos los veranos. Crucé las piernas con dificultad debido a que la falda vaquera hasta la rodilla que llevaba era algo estrecha, ya que siempre procuro marcar una de las partes más atractivas de mi anatomía, el culo. Dicen que mi culo es maravilloso, aunque hay gustos para todo, pero siempre ha llamado la atención de los hombres, es redondo, respingón y durísimo a base de gimnasio. Como te dije antes, pensaba en mis cosas… Tengo 25 años, una licenciatura en Matemáticas y sobrevivo a base de trabajos temporales. "Tenía que haberme tirado a ese Catedrático del departamento de Cálculo que me metía mano por debajo de la mesa… Me hubiese quedado en la Facultad y ahora daría clases y tendría un coche, un piso y una nevera que no se descongela cada vez que le viene en gana…" Bebía un sorbo de mojito con una pajita mientras mantenía la mirada del camarero al pasar…
Este tío es un estrecho, mucho musculito y no es capaz ni de aguantarme una mirada. Sonreía para mis adentros…
De repente un mensaje en mi móvil: "Marta, soy Fernando. Se me ha estropeado el coche y no puedo ir adonde hemos quedado. Llamo a la grúa y si quieres quedamos otro ...
... día".Que mala suerte tengo, Ya que tenía el cuerpo hecho a un buen polvo, me deja en la estacada. Fernando era un amigo muy bien dotado, era diez años mayor que yo, nos conocimos en un curso de verano de la Universidad y fue uno de los mejores polvos que había echado hasta entonces. Yo tenía 22 años y sólo había estado con chicos de mi edad, algunos de ellos tenían buenos instrumentos pero no sabían cómo utilizarlos… Fernando tenía una polla de 21 cm y sabía muy bien cómo usarla. La primera vez que la vi, confieso que me asusté un poco. Nunca había visto nada así en mi vida. Mejor dicho, fue al tocarla la primera vez. Tengo las manos pequeñas aunque hábiles, pero la primera vez que rocé aquel bulto se me hizo gigantesco, cuando metí la mano por el pantalón y fui acariciándolo por encima del bóxer CK, comencé desde su culo hacia delante, no le encontraba el fin… ese grosor y esa longitud… mientras lo besaba pensé que cómo iba a meterme eso en mi coñito estrecho. Pero a la vez mi sexo se iba mojando cada vez más e incluso me dolía de la excitación.
-¿Desea algo más?-
Di un respingo en mi silla como si alguien me hubiese despertado de un sueño. Era el camarero del culo duro.
-¿Qué me recomiendas? – le pregunté sonriendo y balanceando las piernas ligeramente.
-Tenemos una selección de cócteles tropicales muy buenos-
Me incliné un poco hacia delante dejando ver mi escote y apoyando los codos sobre la mesa para juntar mis tetas.
-¿Alguno afrodisíaco?- El camarero se ...