Mi vecina: Encuentro sexual
Fecha: 05/07/2025,
Categorías:
Hetero
Autor: elzorro, Fuente: CuentoRelatos
Me asomé a la ventana que daba a un parque lleno de árboles. Había bancos de madera y metal y una zona con césped. El sol brillaba con fuerza proyectando sombras. Una joven y un chico de su misma edad ocupaban uno de los bancos. El sentado en la madera, ella, luciendo una bonita falda color azul, sentada a su lado, su brazo izquierdo rodeando el cuello de su pareja, su cabeza, descansando sobre su hombro. A escasos metros, sobre la hierba, al amparo de la sombra de un abeto, una mujer yacía boca abajo en vaqueros sobre la hierba, a su lado, un tipo con gafas le sobaba el trasero mientras susurraba en su oído palabras de amor.
Levanté la mirada hacia el cielo al tiempo que una nube solitaria tapaba, durante unos instantes los rayos del sol aplicando un filtro a la escena. Retome mi papel de espía volviendo a la primera pareja que para entonces había abandonado su actitud pasiva. Se estaban besando con pasión. La mano de la muchacha escondida bajo los pantalones del muchacho, tocándole el culo. La mano de él apoyada en los senos de su compañera.
La escena me excitó. De un tirón me bajé los pantalones y con la mano derecha agarré el pene y comencé a masturbarme. Entonces, el timbre de la puerta sonó. Apresuradamente escondí mi miembro bajo los calzoncillos y me vestí. El bulto era demasiado obvio, respiré hondo y traté de relajarme al tiempo que caminaba hacia la puerta de entrada.
- ¡Enseguida voy! Dame un minuto.- dije alzando la voz.
Un par de minutos ...
... después abrí la puerta.
- Hola Sonia. - dije saludando sin ocultar cierta sorpresa al ver a mi vecina.
- Hola Sergio. ¿Qué estabas haciendo?
- Nada. - mentí
- Nada confesable. - añadió la recién llegada mirando hacia el bulto.
- Miraba por la ventana, una pareja se estaba morreando. - contesté mientras servía unas bebidas.
Sonia se sentó en el sillón.
- Me aburro. - dijo.
- Ya veo. - observé mientras bebía un trago.
- Oye, ¿te apetece follar?
La pregunta directa casi hizo que me atragantase con el líquido. Por un instante pensé que no había oído bien.
- Perdón. - dije cuando me recuperé de la sorpresa.
La mujer sonrió y sin mediar palabra se quitó la camiseta y desabrochó el sostén dejándolo caer. Sus tetas, firmes, eran bonitas. Los pezones apuntaban hacia arriba.
Mi pene reaccionó antes que yo levantándose al instante.
- ¿Qué te parecen mis pechos? ¿te gustaría tocarlos?
Tragué saliva y me moví con cierta dificultad. Por algún motivo me vino a la mente el dicho popular, quizás algo rancio. "Tiran más dos tetas que dos carretas". Quizás se puede decir de otra manera, pero en aquel momento, la atracción y el deseo de tocar aquellos senos era irresistible.
Agarré el pecho derecho, su textura suave, tierna.
- Puedo chuparlo.
No era una pregunta y no esperé respuesta. Con cierta ansia abrí la boca y cerré los labios con suavidad atrapando el pezón.
Succioné.
Luego, con la lengua, llena de saliva, comencé a lamer el otro ...