Unas vacaciones con mi madre (P. 2): La primera noche
Fecha: 05/07/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: Alfil-1, Fuente: CuentoRelatos
... Elena fue largo al sentir como la dura polla la atravesaba abriéndose paso por su vagina, mientras notaba el aliento a escasos centímetros de su boca. “ Diosss, es la polla de mi hijo la que tengo dentro! “ pensó de una forma fugaz intentando entender ese momento. Los dos abrieron los ojos y se miraron, comunicándose con la mirada el deseo y el placer.
—Que ganas tenía, mamá!
—Calla! Dijo ella entre gemidos.
—Dime qué te gusta, por favor! Dijo el entre súplica y deseo.
Elena no podía negar que le estaba encantando pero no quería descubrir a su hijo el deseo que le estaba provocando.
—Claro que me gusta hijo! Contestó intentando no descubrir la espiral de lujuria en la que estaba entrando.
Luis comenzaba a mover sus caderas lentamente y su polla entraba y salía completa en cada movimiento. La excitación de Elena ya era constante, se había agarrado a la espalda de Luis como para no dejarle escapar.
—Te gusta? Preguntó Luis de nuevo con ojos chispeantes y la lujuria dibujada en su rostro.
—Siii! Ahhh! Siii! Ahhh! Afirmaba ella entre jadeos. Luis seguía disfrutando de cada penetración suave y lenta.
—Vamos! Vamos! Más deprisa!
Se atrevió a pedirle ella moviendo sus caderas completamente desinhibida. Elena sentía una fuerte excitación y quería más, quería llegar a ese punto de placer que apenas recordaba. Luis aumento algo el ritmo.
—Diosss, como me has puesto hijo! Sigue! Sigue! Ahhhg!! Ahhhg!!
Elena estaba clavando las uñas en la espalda de ...
... Luis y prácticamente rugía corriéndose como una fuente. Comenzaron a temblar sus piernas contagiando al resto de cuerpo. Su mente se nublaba cargada de un placer intenso, mientras Luis sonreía placenteramente a la vez que jadeaba sin parar su ritmo. La satisfacción de su madre la hacia suya y no quería parar, quería seguir viéndola así, jadeante, excitada y disfrutando de una manera como nunca la había visto antes. Las penetraciones cada vez eran más fuertes y profundas y se alargaron durante varios minutos más. Los gemidos y jadeos de Elena aumentaron de nuevo.
—Diossss, otra vez! Sigue! Sigue! Vas a hacer que me corra otra vez, joder! Gritaba de nuevo Elena sin parar de mover sus caderas. Luis notaba como su polla estaba a punto de estallar y sus embestidas ya eran sonoras y brutales. —Masss! Masss! No pares! Vamos! Ahhhg! Ahhhg! Ahhhg!
Los gemidos y jadeos de ambos llenaron la habitación mientras se corrían al unísono. La polla de Luis soltaba leche sin parar y en breves segundos el coño de Elena se desbordaba como una presa cuando se rompe. Sus cuerpos pegados se empaparon de fluidos densos y calientes, y la cabeza de Luis cayó sobre el hombro de Elena. Poco a poco el ritmo de las respiraciones se fue relajando, mientras Elena acariciaba la cabeza de su hijo sintiéndose tremendamente complacida y feliz.
—Me has dado un inmenso placer, hijo!
Susurró Elena contra la cabeza de su hijo apoyada en su hombro, pero él no la pudo oír, se había quedado profundamente ...