1. Le fui infiel a mi novio con un actor porno en un bus (2)


    Fecha: 11/07/2025, Categorías: Infidelidad Autor: Martina Paz, Fuente: CuentoRelatos

    ... doler, pero me fascinaba. Sentía que quería vivir con esa pija entre mis tetas para siempre.
    
    ─¿Querés la leche de papi, nena?
    
    ─Sí papi, dámela. Me la quiero tomar toda.
    
    No pasó mucho tiempo más, hasta que sentí como un tremendo lechazo se estrellaba contra mi cara. Ojos, nariz, mejillas, boca. Toda mi cara totalmente empapada de ese delicioso liquido espeso. Ante mi total sorpresa, máximo se arrodillo frente a mí y comenzó a chupar su semen de mi cara, para luego besarme y pasar todo el líquido de su boca a la mía. Fue hermoso y totalmente excitante. Me puse de pie, me imitó y me colgué nuevamente de su cuello para continuar con el beso. Su pija daba golpes en la entrada de mi concha, como pidiendo permiso para entrar. No fue necesario el consentimiento, ya que ella sola encontró la entrada. Me sentía demasiado pequeña colgada de ese cuerpo fibroso, mojado y caliente. Me tomó de la cintura con ambas manos y comenzó a marcar el ritmo de la cogida. Su pija entraba y salía de mi concha haciéndome gritar de placer.
    
    Acabé dos veces mientras él me manejaba en el aire como si fuese una muñeca de trapo. En cierto momento, todo el mundo parecía estar de cabeza. Pero no, era yo quien estaba a contra mano, ya que, en un movimiento rápido y extraño, me puso de cabeza. Tomándome con fuerza de la cintura, ubicó mi cara pegada a su pija. No tuvo que pedírmelo. Yo solita, de cabeza al piso, comencé a comerle la pija. En realidad, era él quien con movimientos precisos de su ...
    ... pelvis me estaba cogiendo la boca.
    
    ─Sí pendeja, así. Como te gusta la pija, hija de puta.
    
    Sus palabras no hacían mas que calentarme. Eso, sumado a como comenzó a comerme la concha, me hizo sentir en el paraíso. Tanto, que volví a acabar, esta vez directamente en su boca.
    
    Luego de un rato, con delicadeza, me sacó de esa posición y me hizo apoyar las manos en la pared. Me abrió las piernas, me chupó la concha durante varios minutos, para después penetrarme de pie con mucha fuerza. Su pija hizo tope con el fondo de mi concha, haciéndome sentir mucho placer. Me cogió aproximadamente durante media hora más sin parar. Ya casi no sentí mis piernas, ni mi cuerpo. Toda mi energía se concentraba en la unión de su pija con mi concha, hasta que sentí como una doble explosión me devolvía a la realidad. Nuevamente mi concha desbordaba de su leche y de la mía, haciéndome sentir como que flotaba. Nunca me habían dado tremenda cogida.
    
    Con delicadeza terminó de bañarme, se bañó él y me llevó en brazos a la cama. Se recostó a mi lado, pero de inmediato me trepé sobre su cuerpo y apoyé mi cabeza sobre su pecho. Su respiración estaba tranquila y se acoplaba a la perfección con la mía. Su pija, incluso en reposo, era grande y dura, por lo que sentirla pegada a mi concha era una sensación hermosa. Nos dormimos así. Al menos, yo lo hice. No sé exactamente por cuanto tiempo, pero al despertar nos besamos tiernamente, llenándonos de caricias.
    
    ─¿Tenés hambre, bebé? ─me preguntó.
    
    ─Siempre ...