Mi sumisa traía regalo (IV) - Relatos Eróticos

Mi sumisa traía regalo (IV)

... todo!, y no te hagas más la remilgada o es que te crees que somos ciegos, porque esa mancha de tus bragas no creo que sea agua.

Se quito primero el sujetador, dejando libres dos tetas que le llegaban por debajo del ombligo, y cuando se quitó las bragas dejo un coño peludo y desarreglado.

-Ahora cuando comamos mientras nos tomamos el café o una copa, vas a ir con Victoria a que te arregle ese felpudo.

-Seguid comiendo.

Mientras comían me levante de la mesa, la rodee y como ella era la única que no se había sentado.

La cogí del pelo.

-De rodillas.

Cuando lo hizo, se la metí de golpe en la boca, la cogí del pelo con fuerza y me follé su boca con fuerza, sin importarme sus arcadas, solo de vez en cuando la dejaba respirar.

-Uf, Sigue, tendrás que aprender, porque a mí me gusta más que me la chupen que tener que follarme yo la boca, uf, ya te enseñaran MIS PUTAS.

Durante quince minutos, en los cuales nadie comió, porque todos estaban pendientes de la follada de boca que yo le estaba dando a Andrea.

-Agg, me corro.

A la vez que me corría le agarre la cabeza con fuerza para que no se lo tuviera que tragar.

Sin darle tiempo a respirar, la cogí de la coleta, la levante y la tiré sobre una tumbona que había en el porche.

-Una la boca, otra las tetas y otra el coño, que decida Olga, que se lo debo.

Y esta hizo lo que menos me esperaba, porque se levantó y se tiró a por su coño, mientras Victoria se empleaba en sus tetas, y MI PERRA en su ...

... boca.

-No parada hasta que se corra PUTAS.

-Ag, uf, cuanto tiempo, uf.

Esto lo decía cada vez que MI PERRA la dejaba de besar.

-Me corro.

Y agarrando con fuerza a Olga de la cabeza aún se la metió más en su coño.

Cuando termino, las cuatro se levantaron.

Recoged esto y ahora le limpiáis el coño de pelos a la sirvienta.

Me acerque a ella, que aún le costaba respirar.

-Vamos, que esto aún no ha terminado.

La volví a coger del pelo y la llevé al cornudo.

-Chúpasela, luego cuando estrene yo tu coño, lo dejare que te folle.

-Ufff, gracias SEÑOR, aunque me voy a correr con que me roce.

Y asi fue, conforme ella metió su boca en la polla, este se corrió, y esta vez sí que no pudo tragárselo, y le salió la corrida hasta por la nariz.

-Sigue sirvienta, haz que se corra otra vez.

Me senté en la silla a contemplar el espectáculo, mientras las tres quitaban la mesa, sin quitarle tampoco la vista al cornudo y a Andrea.

-Uf, SEÑOR, me puedo correr, uf, no me lo creo uf.

-Por supuesto cornudo, ella solo esta para servir.

No me dio tiempo a más y se volvió a correr en la boca de Andrea, que esta vez sí que se lo trago todo.

Se incorporo, pero se quedó de rodillas esperando a que yo hablase.

-Ponte de pie, recoge toda la ropa y la dejas donde estoy seguro de que has visto las bragas y el sujetador de Olga.

-Si ahora mismo.

Me acerqué y le di un bofetón que hasta a mí me dolió.

-Ahora mismo SEÑOR, que no te lo tenga que repetir, creo ...