1. Coronas y la socorrista


    Fecha: 15/07/2025, Categorías: Bisexuales Autor: Ivanvorpatril, Fuente: CuentoRelatos

    ... mal.
    
    Coronas desliza una de sus manos por el vientre plano de su nueva amante en busca de la vulva, sabia, suavemente le hace suspirar. Desliza dos dedos entre los labios y acaricia suavemente el clítoris. Y toma los gemidos en sus labios en forma de besos.
    
    - Quiero comerte.
    
    Allí mismo Coronas le hace subir al borde de cemento y abrir sus fuertes piernas para lamer su dulce coñito y su ano. Así la socorrista es socorrida en cariño y sexo. No para hasta que la delgada morenita se corre un par de veces.
    
    - ¡Joder!, ¡qué gusto! ¡Como lo necesitaba! Llevo todo el día cachonda viendo cuerpos bonitos por aquí.
    
    - Pues espero darte muchos más. ¿Más bonitos que el mío?
    
    - Ninguno que me apeteciera más tener así. Vamos a la ducha. Te voy a saborear entera.
    
    - Pues tienes carne para rato, bonita.
    
    De la piscina se dirigen a las duchas para quitarse el cloro y ya desnudas del todo las dos siguen haciéndose el amor sobando sus cuerpos lubricados por el gel de baño.
    
    - Me encanta acariciar otra piel así, con el gel de baño, es mucho más suave.
    
    No habían dejado de besarse. La saliva cambiaba de boca con el juego de las lenguas. Lamiendo la piel de la otra recién enjuagada en el bello contraste.
    
    - Déjame que te lave el pelo.
    
    Coronas acariciaba la nuca de la socorrista pegando sus melones a la espalda musculosa. Su cadera se frotaba con las respingonas y duras nalgas. Alex gemía al notar las manos de la rubia acariciando su cuero cabelludo.
    
    - Estaría así ...
    ... horas. Esto es maravilloso.
    
    Él gel de baño y el champú hacía que sus pieles resbalaran y eso era mucho más sensual. Frotando sus cuerpos uno contra otro.
    
    Alex le cogió las manos para que rodeara su cuerpo y la abrazara mientras ella se apoyaba en el mullido cuerpo. Coronas lamía y besaba su cuello mientras agarraba los duros pechitos. Pellizcaba los pezones.
    
    Empezó a bajar por la fina espalda, pasando la sin hueso por la línea de la columna, por los omóplatos. Le daba suaves mordisquitos en las pétreas nalgas. Las separó con las manos para ver el agujerito y poder lamerlo.
    
    Los jadeos de Alex llenaban el recinto de las duchas y los vestuarios. Más altos, más rápidos cuando Coronas clavó la húmeda en el ano. Le dedicó un buen rato mientras la joven socorrista enlazaba un orgasmo tras otro.
    
    Luego sigo bajando por la largos y finos muslos. Lamió la parte de atrás de las rodillas.
    
    - Túmbate en el suelo. Quiero saborear esos piecitos.
    
    Alex lo hizo suspirando por las expertas caricias de Coronas. La curvy cogió uno de sus pies, pasó la lengua por la planta, chupó cada uno de sus dedos. Siguió con el otro y volvió a subir por la pantorrilla.
    
    - Me derrito cuando me acaricias las tetas. Y eso que me estás haciendo en los pies me vuelve loca. Creo que me he corrido más veces esta noche que en el último mes.
    
    - Pues no pienso dejar de darte gusto, cielo.
    
    - Vamos al vestuario. Allí hay bancos para tumbarnos.
    
    Pusieron uno en medio de la sala, apartándolo de la ...
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