1. Sin palabras


    Fecha: 19/07/2025, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Havelass, Fuente: CuentoRelatos

    Hoy me toca pagar a la limpiadora del edificio donde vivo. Ella seguramente estará esperando que yo salga de mi casa. Para cobrar. No creo que llame a mi puerta: es demasiado tímida para eso. Marta se llama. Marta es muy delgada, apenas se le notan sus formas femeninas que además oculta bajo su bata laboral. Tiene una cara bonita, eso sí. Ahora mismo, la estoy oyendo trajinar en la escalera. Estoy teniendo una erección. Y si...
    
    "Marta", he llamado, después de abrir la puerta; "Sí", he oído su vocecilla, que contestaba desde una planta más arriba; "Ven, me iré ya mismo y tengo que pagarte". Oigo sus pasos mientras baja peldaño a peldaño. Mi erección, bajo mis calzones cortos, no se puede disimular.
    
    "Oh, sí, sigue, Marta, sigue, oh, ah". Marta me está chupando la polla. Y lo hace bastante bien. "Mmm, mmm, mmm, mmm"; "Así, sigue, Marta, ah, oh"; "Mmm, mmm, ah, ah, ah, mmm". Sus labios abarcan todo el tronco de mi polla. Bueno, ha sido más sencillo de lo que yo esperaba. Al ver mi erección, Marta me ha empujado hasta el interior de mi casa, me ha hecho sentarme en el sofá, me ha quitado el calzón corto, se ha sentado a mi lado, ha inclinado su torso y se ha puesto a chupar. "Mmm", se relame, "vas a ser mi desayuno", me dice, y sigue chupando. "¡Marta, Marta-ah-ah-ah-ooohhh". Al fin me he corrido en la boca de Marta y ella, tras abrir la boca y mostrarme el semen sobre su lengua, ha cerrado luego los labios y ha tragado.
    
    "¿Que me folle a Marta, dices?, tendríamos un ...
    ... problema..., ella..., oh..., ella..., oh-oh..., no sé, ¿y si se cree que voy en serio-oh-oohh?"; "Bueno, chico..., ah..., en serio vas..., ah, ah...,no dejas de hablarme de ella-ah-a-aahh", me ha contestado Blanca. Blanca es mi ex. Ha venido a verme esta tarde. Follamos como siempre, es decir, por mero trámite y estamos poniéndonos al día. "Blanca, mira, tú estás buena pero Marta..."; "¿Y qué más te da?, yo estoy buena y sin embargo me has dejado"; "Perdona, pero es que tú me ponías los cuernos"; "Pues por eso, si Marta no es una mujer muy agraciada, jamás te pondrá los cuernos". Pensándolo así, Blanca tenía razón. Saqué la polla, ya flácida, del coño de Blanca, me quité el condón deshinchado, desmonté de Blanca y le dije: "No has cambiado..., esa costumbre tuya de hablar mientras follas"; "Me corro mejor", rio ella.
    
    Marta no vendría a limpiar hasta la semana siguiente. Tenía tiempo de pensar en lo que Blanca me había dicho. Traté de imaginarme a Marta desnuda: me era imposible: ¡ni siquiera cuando me la chupó se quitó la bata laboral...! En fin, su cara era preciosa. Nada más subirme encima de ella y contemplar su cara mientras le invadía el éxtasis que mi polla le proporcionaría, yo creo que me correría a gusto; aunque sus tetas fuesen pequeñas y sus costillas casi se le transparentasen bajo el pellejo...
    
    "Dime", ha dicho Marta. Llegó el día. No estoy nervioso; en fin, he visto a Marta fregando y he vuelto a tener una erección solamente al ver sus pies desnudos metidos en ...
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