1. El concierto, la prima Yolanda


    Fecha: 25/07/2025, Categorías: Incesto Autor: Ivanvorpatril, Fuente: CuentoRelatos

    ... descubre mi pubis depilado. Sin un pelo para comodidad de quien me la chupe.
    
    Un poco de agua se deslizaba por su barbilla y unas gotas cayeron sobre su escote. Se arrodilla frente a mí en el momento en que la toalla se desliza al suelo y toma mi pene en su mano acariciando con la otra mis huevos pelados. Reculé hasta apoyar las nalgas en la fría encimera. Por suerte no estaba lejos o puede que hubiera dado con mis huesos en el suelo de la impresión.
    
    Mirándome a los ojos con una sonrisa lasciva se inclina un poco más hasta que sus carnosos labios tocan mi hinchado glande. Es un beso, tierno y suave, pero lo noto recorriendo mi columna hasta el cerebro como un escalofrío.
    
    Mi suspiro de excitación llenó toda la cocina reverberando en los armarios y los electrodomésticos blancos. No esperaba una acción tan expeditiva por su parte, sobre todo porque me gusta hacer disfrutar a la chica antes de empezar con mi placer.
    
    En ese momento pensaba en arrancarle el vestido y el tanga y deslizar mi lengua por todo su cuerpo. Pero no podía reaccionar paralizado por su mano sujetando el tronco de mi rabo. Parecía que ella tenía claro lo que quería pues no me soltaba. Apenas habíamos cruzado unas pocas frases y tenía el nabo en su boquita.
    
    Lo que hizo fue terminar de bajarse los tirantes y el escote para dejarme ver sus senos plenos voluptuosos. Y terminar de recoger su falda en las ingles lo que me dejaba ver desde arriba sus muslos al completo casi hasta el tanga. Sus rosados ...
    ... pezones apuntando duros hacia mis muslos.
    
    Cuando por fin deslizó la lengua por el escroto sin dejar de mirarme a los ojos casi me fallan las rodillas. Estaba en la gloria, toda mi piel erizada. De cada terminación nerviosa llegaban olas de puro placer a mi cerebro. Yolanda se estaba esmerando con la mamada.
    
    Tras ensalivar y chupar mis testículos a su gusto empiezo a subir con la lengua pegada al tallo de mi polla, usando sus labios también para besar la piel. una de sus manos seguía acariciando el escroto.
    
    Se estaba dedicando por entero a mí sin ocuparse de ella. Al poco metía el glande en la boca jugando con la lengua en el frenillo. La mano que acariciaba mis huevos pasaba entre los muslos buscando el ano entre las nalgas.
    
    Con el dedo índice se dedicaba a acariciarme el agujerito metiendo incluso un poco el dedo en mi interior. Al fin y al cabo acababa de salir de la ducha y toda la zona estaba bien limpia, prístina diría yo.
    
    Ni en mis sueños más lascivos de adolescente hubiera podido imaginar que Yolanda tendría esa maestría y que un día la dedicara a mi disfrute. La tuve que avisar que me corría.
    
    Después de todo el placer que me estaba dando por nada del mundo querría que se enfadara conmigo por eso. Pero se limitó a sacar el glande un segundo de la boca y dedicarme un gesto de pura lascivia.
    
    Con el glande bien alojado en la boca y masajeando el tronco arriba y abajo y un dedo bien clavado en mi culo ya no pude resistir más y me derramé al completo en ...