Pablito - Relatos Eróticos

Pablito

... mi espalda se tensa y un fuerte chorro choca contra el cristal de la ducha mientras un relámpago atraviesa mi cuerpo hasta parar en mi polla.

Hummmm que bien hummmmme

Me pondré el chándal sin calzoncillos así tendré más fácil el desnudarme. Hoy iré un poco más pronto, quiero preparar que tirar para hacer ruido. Tiene que salir todo perfecto.

Bueno, ya estamos en el despacho y aún no hay nadie. Encima de la mesa hay unas bandejas porta notas que pesan bastante, seguro que al empujarlas, cuando caigan al suelo de madera hacen bastante ruido, esto será perfecto.

- Hola profe.

- Pero bueno que puntual.

- ¿Que tal el examen? Muy bien, saque un ocho, no me lo creía ni yo. El esfuerzo valió la pena.

- No sabes cuánto me alegra eso que me dices. Te prometí un premio y lo tendrás.

- Hola Andrea, ¿que tal tu examen?

- Muy bien profe, saque un nueve.

- Hummmm que chicos más listos tengo, os prometí un regalo y lo tendréis. Sentaros en la mesa de madera.

Elena se le acerca a Andrea muy despacio y la besa en la boca mientras la acaricia una teta. Andrea la devuelve el beso amasando el culo de Elena. La mano de Elena me coge la polla por encima del pantalón y la va moviendo haciéndome una perfecta paja. Mientras Andrea ha subido las faldas a Elena y ya tiene las manos en la carne de su culo. Elena me saca la polla y lentamente me la va acariciando. Mil sensaciones me recorren y llevo mi mano al pecho de Elena. Su pezón está muy duro y lo aprieto un ...

... poquito. Hummm la mano de Elena me está volviendo loco y ella lo sabe. Acerca su boca a mi polla y yo la desabrochó la blusa tirándola al suelo. Sus tetas aparecen ante mi esplendorosas. Ella sigue a lo suyo. Me rodea el capullo con sus labios hummm el calor de su boca me está volviendo loco. Sujeto su cabeza con fuerza y aprieto hacia abajo.

- No, eso no, aquí mando yo.

Vuelve a bajar la cabeza y Andrea la quita la falda y se pone de rodillas de tras de Elena a chupar su coñito.

Ahora es el momento.

Tiro las bandejas y un ruido ensordecedor hace que todos nos separemos.

Entra Andrés teléfono en mano.

- ¿Qué pasa aquí, pero qué hacéis ?

Doña Elena , ¿Pero qué es esto? Usted tan pulcra y recatada y mírese, casi en pelotas.

- Cierra la puerta, desvergonzado y apaga ese móvil.

- Jajaja cerraré la puerta, y ahora venga aquí y chúpeme la polla. No sabe las veces que he soñado con esto.

- No te lo crees ni tu cerdo asqueroso.

- ¿Usted verá? Solo tengo que salir y colgar esto en cualquiera de las redes que usan los alumnos. En pocos minutos sus tetas serán de dominio público.

- Muy bien cabrón, te chupare la polla.

Mientras doña Elena le chupaba la polla a Andresito, Andrea y yo hacíamos lo mismo.

Había puesto a Andrea sobre la mesa y abriendo sus piernas lamia su culito y su coñito. Iba desde su culito en el que metía mi lengua muy lentamente, hasta su coñito donde sorbía su clítoris sin prisa. Andrea gemía de placer y me sujetaba fuerte la cabeza ...