1. Limpiamos la pileta con el primo de mi primo (parte 2)


    Fecha: 09/08/2025, Categorías: Bisexuales Autor: Dayenorius1, Fuente: CuentoRelatos

    Estábamos los dos muy transpirados por la limpieza de la pileta y el regadío y su cuerpo brillaba espléndido al sol.
    
    -Vamos a ducharnos, me dijo Lucas y le obedecí como si fuera su mascota.
    
    La ducha estaba al aire libre, detrás del cuarto de baño de la pileta y el de herramientas, y tenía un duchador. Mientras él se bañaba, dirigió el duchador a mi cuerpo y aproveché para desnudarme y enjabonarme. Estaba muy caliente, bien empalmado. Me dejé llevar mientras él me giraba y me enjabonaba desde atrás, lavándome bien la pija, mientras yo empujaba mi culo contra su verga bien parada y lo tomaba de sus nalgas para atraerlo más hacia mí, si era posible. Recosté mi cabeza sobre su hombro, señal más que suficiente para que me besara suave y largamente, mientras me seguía acariciando. Se me doblaban las piernas de placer, así que lo enfrenté y mientras nos enjuagábamos, lo besé en la boca y volví a agarrar sus glúteos. Se apartó apenas y me dijo que le parecía que me gustaba mucho su culo.
    
    -¡Todo de vos me gusta! No sé de dónde agarrarme, te quiero besar todo, te quiero chupar todo, te quiero tener adentro de mí todo el tiempo.
    
    -¡Guau! Nunca me dijeron todo eso, me contestó.
    
    A mí se me caían las lágrimas de la emoción y la calentura. Incluso estaba agitado, así que poco a poco me soltó, y me propuso limpiar su ano con el duchador.
    
    -Acercalo de a poco y apoyame la punta, me pidió, mientras abría sus nalgas.
    
    Lo hice y gimió de placer.
    
    -Sacalo ahora, y se volvió ...
    ... hacia el cerco verde, echando chorros de agua por su culo hacia aquel lado, tal vez con alguna impureza. Me pidió repetirlo dos veces más hasta que el agua salió tan limpia como había entrado y luego hizo lo mismo conmigo varias veces. Me sorprendió, pero me gustó. Eché mis dos primeros chorros, creo que más sucios que los suyos, hasta que en los últimos dos salió agua solamente.
    
    Me dijo que era para limpiar bien lo que íbamos a usar. Fui lamiendo su cuello, los pectorales, le comí los pezones duros, bajé por sus abdominales de hierro, sin dejar de lamer uno solo y llegué a la gloria, que era su hermoso glande rosado y mojado que empecé a lamer y chupar con delicadeza, sin dejar de mirar su cuerpo y sus ojos. Se la chupé un rato largo sin soltar sus glúteos.
    
    Me hizo ponerme de pie y me besó otra vez. Luego hizo lo mismo conmigo, lamiéndome y chupándome hasta que casi estuve a punto de acabar, por lo que me apretó bien la base del pene para calmarme. Me giró y me abrazó desde atrás, empezando a besarme la espalda hacia abajo hasta que llegó a mi culo y comenzó a besarme el ano, con lengüetazos cada vez más profundos que me daban oleadas de inmenso placer.
    
    -Seguí, seguí, por favor, le pedí.
    
    Volvió a subir por mi espalda mientras yo me apoyaba en la pared del cuarto de herramientas. Me besó de nuevo en la boca, largamente, suavemente, entrelazamos nuestras lenguas varios minutos mientras con su pija apoyaba mi culo. Me hizo inclinarme un poco y volvió a besármelo y ...
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