Seguía siendo infiel
Fecha: 18/08/2025,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Dsenturo, Fuente: CuentoRelatos
Estaba en un motel con una amiga, y bueno, al momento de salir, me he cruzado con mi ex, la cual está casada, y bueno, el acompañante con el que estaba, no era precisamente su esposo. Era obvia su cara de vergüenza mientras iba hacia el ascensor porque claramente me había reconocido.
No pasó un día y comenzó a escribir que no fuera a contarle a nadie, ya que tenemos amistades en común, aparte ella había sido infiel conmigo (su actual esposo), por lo que era una situación complicada, le dije que era el colmo que fuera así, no tardó nada en decir que me pagaría por el secreto, que haría lo que fuera pero que no fuera a decir algo. Lo pensé un minuto y le propuse vernos en ese motel de nuevo, tener una última noche de sexo, a lo que accedió y acordamos el día del encuentro.
Llegó bien vestida, como se lo había pedido, con su pantalón ajustado, botas largas y su blusa con escote, subimos a la habitación, le pedí que se quedará solo con las botas puestas y su ropa interior, que se arrodillara en el borde de la cama dándome la espalda. Procedí a vendar sus ojos, empecé a besar su cuello, murmurando a su oído que imaginara lo que quisiera, a pesar de todo, no quería que estuviera más incómoda de lo que ya estaba. Además, lo que venía iba a ser inusual o nuevo para ella.
Seguí besando su cuello, su espalda y solté su brasier, dejando que cayera y descubriera sus senos los cuales en seguida comencé a agarrarlos, esos senos del tamaño justo para tus manos.
Bajé una de ...
... mis manos para acercarme lentamente a su vagina, no sin antes pasar y sentir su plano abdomen, agarrar sus anchas caderas y agarrar con mucho deseo una de sus redondas y enormes nalgas.
Comencé a frotar por encima de sus panties (de encaje rojo como me gusta), intensamente para que se fuera mojando poco a poco, notaba que tenía algo de prisa pero ya le había advertido que me iba a tomar mi tiempo.
Después de sentir como se humedecía su ropa interior comencé a bajarla hasta sus rodillas, a lo que un breve hilo de sus fluidos se veía desprender desde su vagina a lo que decidí humedecer mis dedos sin introducirlos, solo pasé a su clítoris para frotarlo lentamente, mientras le decía que se dejara llevar y así poder escucharla teniendo su primer orgasmo.
Efectivamente, después de un momento y seguir susurrando y alimentando sus fantasías sentí el temblor de sus piernas, sus intensos gemidos y sus jugos escurriendo por su vagina.
Ya era el momento de la sorpresa, comencé a frotar su ano con mis dedos humedecidos por su vagina,, yo sabía que iba a oponerse pero le recordé que su otro agujero ya había sido usado por varios (me fue infiel y ahora fue infiel a su actual pareja), así que tomaría algo único para mí y que nadie más usaría.
Le dije que iba a introducir un dedo para ver si estaba limpio su recto, por suerte lo estaba, aun así puse en sus manos la pera de goma con la que le hubiera hecho su enema para limpiar sus entrañas, también le dije que había llevado ...