1. Lorena se coge al gerente y yo se la chupo a Diego (parte 1)


    Fecha: 23/08/2025, Categorías: Gays Autor: Dayenorius1, Fuente: CuentoRelatos

    ... mediana, unos 20 años, simpático, carilindo, rubio de ojos claros y vivaces, nariz fina, labios finos y rojos, bien dibujados, cuello largo y brazos ligeramente musculosos, vestido con una remera rosa ceñida al torso con el logo del bar y pantalones negros bien ajustados hasta encima del tobillo que resaltaban un precioso culo y un paquete de buen ver.
    
    Ordené un trago largo para mí y una copa de vino blanco para Diego y le pregunté al chico cómo se llamaba, porque me atrajo inmediatamente.
    
    -Gonzalo, para servirles, me dijo con una sonrisa amplia y cordial.
    
    Diego seguía mirando los videos y yo le acariciaba la pierna para deleitarme. Encontró otro video de Lorena y su jefe teniendo sexo en la playa, desnudos, ella montada encima de él, meneándose sobre su pija mientras él le comía frenéticamente los pechos, jadeando los dos como perros en celo. Llevé mi mano a su bulto, que estaba durísimo y se lo empecé a sobar.
    
    -Estás re caliente, le dije. No sé por qué te sentís mal, si te gusta verla así. Y sabés que te quiere.
    
    -Sí, me lo dijo un montón de veces.
    
    Se hizo otro video con su celular, cuando el jefe se la metía por atrás en la misma playa y ella jadeaba como una yegua mientras con voz entrecortada decía a la cámara:
    
    -¡Diego, te quiero, te amo! ¡Mirá cómo me está dando, pero yo te quiero a vos! ¡Cómo me gusta!
    
    Y se corría nombrándolo a Diego. Me daba pena verlo como lagrimeaba viendo los videos, pese a que lo excitaban mucho y le pusieron la pija ...
    ... durísima que yo no dejaba de sobarle por encima de la bermuda.
    
    -Te la chuparía acá mismo, le dije, para ver si te calmás y te das cuenta que no la podés perder.
    
    Sonrió apenas y me miró.
    
    -¿Sabés que acá se puede? Es un local gay friendly y no tengo nada debajo de la bermuda.
    
    -¡Hijo de puta! Sacala ya que te la como.
    
    -¿Estás loco? ¿Serías capaz?
    
    -Sacala y vas a ver.
    
    Se desabrochó el botón superior de la bermuda y bajó el cierre, liberando su poronga húmeda de precum que enseguida empecé a manosear para impregnar mis dedos y chupármelos con deleite.
    
    -¡Puto!, me susurró al oído.
    
    -¡Siii!, le grité, y luego le vocalicé: ¡Te la voy a comer ya! Me recliné y se la empecé a chupar con ansia del glande hasta el tronco, haciéndolo gemir de placer. Tras varios minutos, escuché la voz del camarero:
    
    -Lamento interrumpir, pero les traigo la copa de vino y el trago.
    
    Me levanté despacio, relamiéndome, y le agradecí:
    
    -Tenía hambre y no me pude resistir a comerme este manjar, mostrándole impúdicamente cómo le sobaba la pija enhiesta a Diego.
    
    -Se ve deliciosa, dijo Gonzalo. Lástima que me falta una hora para terminar mi horario.
    
    -Te podemos esperar, ¿no Diego?
    
    -Sí, yo no tengo drama.
    
    -A las 20 termino, me doy una ducha y nos vemos a la salida.
    
    -¿Viste cómo te levantó el ánimo?, le dije a Diego sin dejar de acariciar su pija.
    
    -Un poco, sí.
    
    -¿Un poco?, mirá cómo la tenés. No me la puedo perder y me incliné para darle otro par de minutos de una rica ...