Lorena se coge al gerente y yo se la chupo a Diego (parte 1)
Fecha: 23/08/2025,
Categorías:
Gays
Autor: Dayenorius1, Fuente: CuentoRelatos
... y profunda mamada, haciendo un video con mi celular para mandarle a Luli.
-Mirá con quién estoy, con Diego, le escribí.
Y sobre el video, le puse:
-Ésta la conocés muy bien.
-Estoy en clase, me respondió. En un par de horas, termino y me junto con ustedes, ¿puedo?
-Claro que sí. Tal vez no te esperemos para empezar, pero cuando llegues, te ponés al día.
-¡Siiiií!
-A ver de nuevo los videos, le pedí a Diego. Hay un par que se los tiene que haber grabado alguien, le dije.
-Sí, me dijo que un chico que les puso el hotel para que les hiciera de valet y guía de todo el día.
-¿Tenés fotos de ese chico?
-Sí, déjame buscar.
Había un par de fotos de Lorena vestida con una tanga que mostraba más de lo que cubría con el valet, un muchacho moreno muy lindo, de altura mediana, cuerpo escultural, luciendo un minúsculo slip flúo en la playa, él tomándola de la cintura en una foto, mientras la mano de ella desaparecía en su trasero y abrazados mirándose a los ojos como enamorados en la otra.
-¡Un bombón de chocolate!, le dije, pensando que seguramente Lorena se lo habría cogido también, pero sin decirle nada.
-Ella me contó que Brian, el chico valet, estudia hotelería y es gay, me dijo Diego.
-¡Qué lástima que no se lo trajo para acá!
-¡Qué ...
... puto sos!
-¿Vos no te lo cogerías? Está para comérselo todo.
-Cuando te calmes, todo esto se aclare y te cases con ella, porque no te la podés perder, le vamos a pedir que nos mande más fotos de Brian, que las debe tener. Brindemos por eso, le dije.
-Se acerca la hora de salida de Gonzalo, guardá esa pija deliciosa que tenés, pago en la caja, voy al baño y nos vemos en la puerta, le dije.
Pagué y pedí por el baño. El encargado me dijo que usara el del vestuario de los empleados, porque estaban arreglando una pérdida en el de los clientes. Allí fui, oriné tranquilo y cuando me lavaba las manos vi por el espejo a Gonzalo a mis espaldas que se estaba bañando en la ducha. Di un respingo, porque tenía un cuerpo de estatua griega, tostado, sin marcas de traje de baño, ni de slip ni nada.
-Este hijo de puta toma sol en bolas, pensé, y lancé una exclamación apagada:
-¡Guau!, qué lomazo.
Giró la cabeza, sorprendido, y me sonrió. Me volví a poner instantáneamente al palo. Estaba terminando de enjuagarse y había dejado la toalla colgada fuera de la ducha.
-Te la alcanzo, balbuceé, sin dejar de mirarle el cuerpo de cabo a rabo.
-Si querés, yo te puedo secar todo el cuerpo.
-Como quieras, me respondió.
-¡Hummmm! ¡Qué caramelo me cayó del cielo! pensé.