1. La propuesta


    Fecha: 27/08/2025, Categorías: Dominación / BDSM Autor: hecmat20, Fuente: CuentoRelatos

    Silvia estaba incómoda con “La Propuesta” de Héctor, no sabía que había hecho mal para estar en esa situación, no podía sacarse de su mente las palabras de su amante toda la noche y esta mañana en el trabajo tampoco. Ella no tenía bases para quejarse, ni rechazar tal petición, ya que Silvia estaba en la mismas. Después de debatir consigo misma en el carro camino a casa, decidió pasar a bañarse y salir de inmediato a la oficina de Héctor, algo “prohibido” en su relación para evitar las malas lenguas en caso alguien conocido los vea.
    
    Ella abrió la puerta de la suite 325 con timidez, pero decidida a saber qué pasaba por la mente de su cariñoso y joven amante. Héctor salió de una de las salas con el teléfono pegado en una oreja y le indico con una sonrisa y gesto que pase a donde él estaba. Ella se sentó en una silla que era más alta de lo normal, pensó que quizás “el bandido” hacia sentar a todas las chicas que venían a verlo para que estas enseñen más pierna de lo normal. Silvia cruzo la pierna enseñando más de lo debido, por su puesto de su pierna buena. La otra todavía le avergonzaba.
    
    - “¿No estas contento conmigo?” – Pregunto Silvia tan pronto colgó el teléfono.
    
    - ¡Claro que sí!! – Replico Héctor con una sonrisa en los labios. – “Pero me gustaría probar algo diferente”.
    
    - “Sé que no soy la más bonita, o con la de mejor cuerpo” – Dijo la casi cincuentona agarrándose su mala pierna. – “Pero creo que lo hago bien ¿No?
    
    - “Muy bien con esa boquita. Quisiera que ...
    ... sea solo mía. ¿Pero no se puede no? – Contesto Héctor encogiendo los hombros. – “Solo quiero algo diferente para ambos”.
    
    - “Para ti quizás!” – Exclamó Silvia con una sonrisa coqueta por el pedido caprichoso de Héctor.
    
    La intención de Silvia no era convencer a Héctor a cambiar de idea o de decisión, la propuesta más bien le daba un picante más a su relación, ella vino a mostrar lo que valía y que nadie le iba a robar el puesto. Por su puesto que estaba furiosa, pero tampoco podía ocultar esa curiosa perversión que existía en su personalidad. Se paró y se fue a la puerta principal de la oficina, le hecho llave, apago las luces de la recepción y se quitó el vestido de una pieza por encima de los brazos mientras caminaba rumbo a su oficina. No vestía ni sostén ni calzón, así como le gustaba a su amo. Sin decir una palabra la vieja, que algún momento fue la única fantasía de Héctor, se arrodillo a sus pies para desabrocharle el pantalón mientras este seguía sentado.
    
    Silvia sacó el pene con delicadeza, pero sorprendida que todavía no estuviese duro, verla desnuda siempre lo ponía como piedra. Se preguntó qué ha pasado en estas dos semanas que ella estaba de vacaciones con Matt y sus hijos en Florida. Su boca era lo que más le gustaba de ella, a pesar que no podía tragársela toda. Su culo era lo segundo favorito, pero hasta la fecha ella se negaba hacer más que ponerle un tapón o dejárselo comer, pero era cuestión de tiempo que se lo folle. Silvia tenía que usar su mejor ...
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