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El abuelo de mi amiga no paraba de mirarme
Fecha: 28/08/2025, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Liadumont, Fuente: CuentoRelatos
¡Hola! Me presento; soy Lía, tengo 29 años, morena, pelo largo, pechos grandes y redonditos, culo grande... Con curvas, vaya... Estoy acostumbrada a ver miradas lascivas y, no os voy a engañar, me pone bastante. De hecho, estoy muy acostumbrada a tocarme pensando en esos momentos y, por lo tanto, estoy acostumbrada a hacer cosas para excitar a quien me mira... En alguna ocasión se han acabado acercando a saludar y acabó bien la cosa. Esta historia que voy a contar, va un poco por ahí. Noté miradas muy cerditas y jugué con fuego. Pero esta vez, había algo diferente... El morbo de follar con alguien mayor. Todo empezó hace unos 2 años y medio, con 26. Esta amiga y yo empezamos a juntarnos más seguido y acabamos siendo muy amigas. Tanto, que la acompañaba a todas partes, incluyendo la casa de su abuelo. El abuelo, tenía 72 años, muy alto y con buena forma física (no dejaba de ser un abuelo, pero no estaba gordito ni nada) pelo completamente blanco y no estaba calvo. Vaya, que aunque fuese el abuelo de mi amiga no dejaba de ser un maduro bastante interesante, ejem... Él estaba viudo hace años y ella, mi amiga, iba a diario a llevarle la comida. Cuando empecé a ir con ella, noté enseguida las miradas. No siempre íbamos solo a eso, a veces, nos quedábamos un rato porque ella quería hacerle compañía. Ahí empezaron mis fantasías y cada vez notaba más sus miradas. Un día me puse una faldita, completamente a posta para que me mirara. En un momento, mi amiga subió a la planta ...
... de arriba a recoger algo y yo aproveché para pasar delante de él con la faldita medio subida, disimulando por su puesto. Ahí, empezó a crearse una fantasía en mi cabeza que necesitaba hacer realidad. Algunos días después, se alinearon los astros para que todo fuese extrañamente acertado para que yo pudiese cumplir esa fantasía. Cuando llegamos a casa de su abuelo, mi amiga había olvidado la llave, nos tuvo que abrir su abuelo, dejamos la comida en la cocina y nos sentamos en el sofá mientras él estaba en un sillón, para hablar un rato. Ahí fue cuando mi amiga recordó que su madre había hecho algo más para llevarle a su abuelo y entonces ella dijo que tenía que ir a recogerlo de vuelta a casa de su madre, yo me inventé que estaba cansada y que la esperaba ahí. Todo eso mientras no quitaba de mi cabeza que mi amiga no tenía llaves porque donde iba era a casa de su madre y las llaves estaban en la suya y pensé que era entonces o nunca ya que ella cuando llegara no podría entrar. Mi amiga se fue, el empezó a preguntarme algo (no recuerdo ni qué porque yo tenía otra cosa en la cabeza) ahí, noté que me estaba mirando otra vez de esa forma que tanto me ponía. No me lo pensé 2 veces, me puse de pie y le pregunté: -¿Te gusta mirarme? Él se quedó en shock y se empezó a poner completamente rojo. A mi eso me dio ternura y me puso bastante cerdita... Me quité la camiseta y le pregunté: -¿y ahora? ¿Te gusta mirarme así mejor? El seguía en shock, sin decir ni palabra pero ...