1. Perdido en el campo (1)


    Fecha: 30/08/2025, Categorías: Transexuales Autor: TACOENCAJ_5, Fuente: CuentoRelatos

    A mí me excita manejar mi auto vestido de mujer. Con frecuencia lo hago por caminos rurales, poco transitados, donde me cruzo con muy pocos vehículos. Generalmente salgo con una falda corta o unos leggings, medias de nylon, y tacos aguja bien altos. Cuando conduzco me encanta mirar mis pies maniobrando los pedales con tacos altos de mujer. Yo soy crossdresser y hasta hace unos años mi cola era virgen, pero...
    
    Estaba paseando con mi auto por el campo. Iba con una mini de jean, un suéter color salmón, medias negras bien transparentes, y unos zapatos clásicos con altísimos tacos aguja. Había lugares con algunos parches de barro y yo aproveché para hacer algo que me encanta. Hacía patinar mis ruedas traseras en algún lugar con algo de barro, simulando estar con el auto encajado. Ver mi pie acelerando nerviosamente con mi zapatito de taco alto, me excitaba terriblemente. Además esa sensación de ser una damita en apuros, me ponía a tope.
    
    Esa tarde paré mi coche en un lugar con algo de barro, pensando en hacer lo que me gusta. Ya lo había hecho dos veces en esa tarde, pero mi excitación seguía pidiéndome acción. Hice girar mis ruedas un par de veces, pero me detuve. No me había percatado que estaba frente a la entrada a una propiedad, por lo que podía ser divisado por alguna persona. Por las dudas, decidí seguir mí camino. Pero lamentablemente no pude. Las ruedas traseras giraban en el barro, y el auto no se movía. Rápidamente me percate de lo que estaba sucediendo. ¡Estaba ...
    ... realmente encajado!
    
    Tenía que tratar de salir. Con el ruido del motor acelerando, seguramente escucharía alguien. Y podrían verme. Probé nuevamente y nada. Bajé del auto para estudiar la situación. Estaba encajado, y las ruedas estaban bastante hundidas. Si les ponía algunas piedras o ramas debajo, quizás pudiera salir. Estaba buscando unos ladrillos y de pronto quedé petrificado. A un par de metros de donde yo estaba, se encontraba parado un hombre alto y con ropa de campo. Me saludó y yo respondí en forma balbuceante. Estaba aterrorizado. El tipo me dice:
    
    - ¿Qué le pasó?
    
    - Me... me encajé. -conteste yo
    
    - Si, ya veo que está encajado... ¿o debo decir encajada?
    
    - Señor... yo... yo... le puedo...
    
    - No tiene nada que explicar No se haga problema. Vivo en el campo, pero soy de mentalidad abierta y no discrimino. Puede vestirse como se le ocurra. Además, le queda bastante bien.
    
    - Gra... gracias. -dije yo todavía con voz temblorosa.
    
    - Bueno, voy a buscar la chata así sacamos ese auto del barro. - dijo, marchándose hacia un gran cobertizo.
    
    Yo subí al auto y estaba desconcertado. Un ligero temblor recorría mi cuerpo. No sabía si me encontraba en peligro o no. Esa incertidumbre me asustaba, pero no tenía ninguna opción, ya que por mis propios medios iba resultar imposible salir de ese atasco. Él volvió con un tractor y en unos minutos desencajamos mi auto. Me dijo que me convenía volver por donde había llegado, porque mas adelante el camino era mucho más ...
«123»