Trío con DP en el gym - Relatos Eróticos

Trío con DP en el gym

... clítoris. Se clavó en mi pene y empezó a cabalgar. Luego agarré sus nalgas y mientras estaba quieta era yo quien hacía los movimientos de penetración. El entrenador estaba a un par de metros observándonos, mientras se masturbaba.
Abrí las nalgas de mi esposa para que se le viera el ano y motivar un poco al entrenador. Sin dejar de masturbarse, el entrenador saca de un locker, un aceite, lo aplica en su mano y luego en su pene. Se acerca a mi esposa por detrás y le frota el ano con la mano llena de aceite. Mi esposa, a quien aún tengo penetrada, se excita demasiado. Empieza a comerme la verga como una loca.
El entrenador, con el fin de lubricar, introduce varias veces un dedo en el culo de mi esposa. La toma por la cadera y frota su glande por el ano bien lubricado. Yo mientras tanto le chupo las tetas y disfruto del placer que ella está experimentando. Su amante agarra la verga completamente dura con la mano derecha y apunta directamente al culito de mi hembra. Ella se queda quieta mientras el pene del entrenador se abre paso por su ano y sus músculos se acostumbran. Yo debo sacar mi pene para que haya buen espacio. Una vez el entrenador tiene completamente ensartada a mi esposa por el culo, yo retomo la penetración por la vagina. Se siente todo mucho mas apretado. Iniciamos a hacer ...

... movimientos alternados y puedo sentir a través de los escasos milímetros que separan el recto de la vagina cómo se desliza el pene de aquel afortunado hombre. Tengo una vista privilegiada. Puedo mirar a los ojos a mi esposa y ver sus gestos de placer. Me excita que me bese mientras su nuevo macho le empuja la verga por el culo. 
Muchas veces le he comido el culo a mi esposa y me encanta porque sus músculos anales aprietan delicioso. Ahora con una doble penetración y con la excitación al límite, el entrenador no aguanta mas.

-Me voy venir, dice.

Empieza a empujar con fuerza y velocidad hasta que emite un bramido de placer. En ese instante se queda quieto, con toda la verga clavada en el culo de mi hembra y empieza a bombear semen en su interior.

-No lo saques todavía, le digo.

Yo se que a mi esposa le encantan las corridas internas y estoy seguro de que ésta la está disfrutando.
Apuro un poco para venirme también. Empiezo a descargar mi leche en su interior. Sus piernas empiezan a temblar y aún con los dos penes adentro, dejó salir a presión un chorro de squirt sobre mi y se dejó caer sobre mi pecho. Nos quedamos así mas o menos un minuto. Los penes de cada uno empezaron a bajar. El entrenador se levantó, y en seguida mi esposa escurriendo semen por todos lados. Se veía hermosa. 

Fin