MI ESPOSA SE DEVORÓ UN VERGON ENORME - Relatos Eróticos

MI ESPOSA SE DEVORÓ UN VERGON ENORME

En éste relato, no diré nombres ni lugares, así es que espero que lo disfrutes. Soy un hombre normal, gordito, alto, con 48 años de edad.  Mi verga es pequeña algo gruesa pero nada extraordinario. Mi esposa de 45 años, bajita de estatura con algunos kilos de más. La situación aqui es que siempre he tenido la autoestima baja y es por el tamaño pequeño de mi pene, mi esposa por su parte, en un gesto de amor y para darme ánimos y confianza me dice que para ella mi verga está bien, que el tamaño está perfecto y se sentía contenta y satisfecha con mi verga y su tamaño cosa que no le creía y entendía por que lo decía. Cuando hacemos el amor me pide que lo haga según con "cuidado", que no sea brusco y me dice que si la tuviera un poco más grande la lastimaria. Jamás le he creído eso tampoco. Hace algunos dos años, empecé a tener la idea de permitirle a mí esposa que probara y disfrutara la verga de otro hombre que la tuviera más grande, más gruesa y más cabezona que la mía, que tenga esa experiencia aun que sea solo una vez y así supiera lo que se siente ser cogida por un macho semental con una verga de esas dimensiones y la haga sentir lo que verdaderamente es ser una mujer a plenitud. Empecé a idear la manera de cómo hacerle ésa proposición. Lo primero que hice fue que cuando estábamos haciendo el amor, en el momento justo antes de terminar, en el mero climax, le hacía comentarios eroticos sobre si alguna vez había pensado qué es lo que se siente ser cogida por una verga grande ...

... y gruesa, que le llegara a lugares que jamás le han sido alcanzados con mi verguilla, su respuesta fue que apenitas aguantaba mi verga, que mejor me callara. Las preguntas se hicieron más explícitas y más atrevidas al grado de preguntarle directamente si le gustaría probar la verga de otro hombre y que la tuviera de verdad grande y gruesa  me respondió de nuevo con la misma frase, que apenitas aguantaba la mía, que a lo mejor no podría con otra más grande y la lastimaria. Conforme pasó el tiempo, las preguntas fueron más descaradas, le preguntaba que si se animaba a probar otra verga más grande que la mía, yo le daría permiso, con tal de que le brindaran ésas experiencias aun desconocidas para ella, en ocasiones se quedaba pensativa y en otras me respondía lo mismo, que apenitas aguantaba la mía. En una ocasión le comenté que tenía el deseo de que otro hombre con verga grade y gruesa se la cogiera toda una noche, que la llenara de placer hasta casi hacerla enloquecer, que me gustaría mucho regalarle ése momento y ésa experiencia. Me mira directamente y me dice que estoy muy loco y que además no me creía todo lo que le decía y duda mucho que yo aceptara y le diera permiso, le respondo diciéndole que si es verdad lo que le digo, y le daba permiso de hacerlo con otro y que le quiero regalar ésa experiencia. Solo con una condición le dije, cuál me pregunta ella, que yo quiero estar presente para poder ver y escuchar todo...!! Suelta una carcajada y me dice que estoy muy loco. ...