MI ESPOSA SE DEVORÓ UN VERGON ENORME - Relatos Eróticos

MI ESPOSA SE DEVORÓ UN VERGON ENORME

... tenemos, me atreví a pedirtelo, yo se que no es cualquier cosa la ayuda que te pido y se también que no es nada fácil para ti, pero ya estoy muy desesperado, además, jamás me ha pasado por la mente contratar a alguna sexo servidora pues me aterra contagiarme con alguna enfermedad. Entonces amigo, sea cual sea tu decisión, créeme que te agradezco enormemente que me hayas escuchado. Wow...!!! Respondí, la verdad no pensé que me pidieras eso, pero tampoco me sorprende, al igual que tu, yo también soy hombre y conozco esas necesidades, te agradezco mucho la muestra de confianza que me tienes y el nivel de amistad que me demuestras, pero esto es algo que escapa mi control y a mis decisiones ya que involucra directamente a mi mujer y de verdad te lo digo, como amigos, como hermanos que somos, que estaría totalmente dispuesto a apoyarte y compartir contigo a mi mujer y puedas encontrar en ella y en sus encantos la satisfacción y tranquilidad que tanto necesitas. Pero de ser posible esto que me pides, sería una decisión exclusiva de mi esposa y solo ella tiene la última palabra si acepta o no y si llegara a aceptar, por mi no habría ningún problema ya que todo quedaria entre hermanos, entre familia y  seguro estoy de que la discreción estaría a salvo entre nosotros. Te prometo mi amigo, que voy a buscar la forma de comentarle a mi mujer esta situación sobre la necesidad urgente que tienes y la petición de ayuda que me has hecho. Mi amigo no pudo controlarse y le brotaron lágrimas, ...

... me agradecía todo el tiempo lo que haría por él y más aún por no haber terminado con nuestra amistad. Nos despedimos y cada quien se fue rumbo a su casa. En el camino iba que no cabía de alegría pensado en que por fin mi mujer tendría la oportunidad de probar otra verga y gozar de una experiencia nueva, pero lo mejor, era lo fácil que me había resultado todo. Llegué a mi casa, le comenté lo de mi amigo, la situación por la que estaba pasando mi amigo y que si todo seguía como hasta ahora, él iba a ser el indicado, él iba a cumplir mi fantasía y le brindaría esa experiencia a mi mujer. Le conté todo lo que habíamos hablado, la propuesta que me había hecho y como soltó el llanto delante de mi, ella permanecía callada moviendo su cabeza aceptando todo lo que le decía. Entonces me respondió con voz calmada que por su parte si estaba dispuesta a apoyarlo y más aún al tratarse de un amigo tan especial para mí, pero me dejó a mi la última decisión diciéndome que si yo estaba de acuerdo, ella también. Que estaba dispuesta a aceptar solo para cumplir mí fantasía, pero sobretodo, lo más importante es que lo haría para ayudar a mi amigo. Nos fuimos a la cama pensando cada quien en todo lo que habíamos hablado, por alguna razón, hicimos el amor tres veces seguidas como un par de locos adolescentes, lo hicimos de tal manera que no recordaba que lo hubiéramos hecho así antes, jamás, ni una sola vez, jamás. A la mañana siguiente le recordé el tema que habíamos hablado ayer, miré como abrió ...