Una maestra jubilada de 56 que me sorprendió - Relatos Eróticos

Una maestra jubilada de 56 que me sorprendió

Bueno éste es mi segundo relato, trata de una maestra jubilada de 56 años en ese entonces, sería aproximadamente allá por el 2012, y pues la conocí en un camión de regreso de mi trabajo, le cedí el asiento y la pude observar bien, ella medía 1.65m aprox, morena clara, cabello rizado negro castaño, senos un poco grandes pero caídos, rostro regordete y lentes de fondo de botella, no muy atractiva la verdad ya que también era de complexión robusta pero lo más interesante de ella es que tenía un trasero la verdad muy apetecible, de esos traseros gordos con chaparreras a los lados de los muslos, y un pantalón de vestir que le apretaba y que le hacía lucir bastante bien su trasero (la tela se metía en sus nalgas si saben a lo que me refiero), cómo el trayecto era largo y lleno de baches mi mochila cayó en sus pies y ella amablemente me preguntó si quería que me cargara su mochila, la verdad me dió pena pero su escote que miré cuando baje la cabeza me hizo decir que si e iniciar una charla amigable, ahí me enteré de su retiro y que era viuda desde hace 6 meses, bromeamos de diversos temas y de pronto note en ella mucha soledad porque no paraba de hablar, yo hice lo mismo que hago con cualquier dama y es escuchar atento aunque el tema no me interese demasiado, después dos asientos de adelante se desocuparon y yo tome la iniciativa y los aparte para nosotros y seguir charlando, ya era noche así que tuvimos mucha privacidad y nuestra plática ya era como si nos conociéramos de ...

... siempre, ella se bajó primero y le dije que también yo bajaba porque mi parada había pasado varias cuadras atrás, ella apenada me dijo que por su culpa me había pasado y le dije que para nada que lo había hecho a propósito porque me la estaba pasando muy a gusto, le dije que me encantaría verla en otra ocasión y tomar un café pero que para ser sincero era casado y entendía si ella no quería problemas, ella me contestó que podíamos ser amigos y que no pasaba nada mientras la invitación siguiera en pie y que agradecía mi sinceridad, compartimos números y me retiré en el camión de regreso.

Al día siguiente recibo un mensaje preguntando si no era inoportuno, yo le dije que no había problema que estaba solo y andaba en la calle viendo mis rutas en mi auto (el día anterior no circulaba), me dijo que tenía tiempo que si yo lo tenía me quería invitar el café prometido un día anterior, le dije que no había problema y nos quedamos de ver en un restaurante del rumbo. Llegando ya me esperaba en una mesa y me sorprendió al ver lo arreglada que estaba, cambiaba totalmente por su forma de vestir, más informal y más ligera de ropas, traía un pantalón de mezclilla que le hacia ver el trasero más grande y cogible, blusa más escotada que la de un día anterior y chamarra de piel color café, se recogió el cabello con una banda de tela y no traía lentes (lentes de contacto, me dijo que se los ponía de vez en cuando), la verdad se veía atractiva, pedimos de comer, platicamos con más confianza y yo ...